Una mujer octogenaria, vecina de Prado, vivía el susto de su vida en la madrugada del pasado lunes, cuando regresaba a la cama con una infusión recién hecha y encontró su dormitorio completamente envuelto en llamas. Afortunadamente, la pradeña logró salir de su casa antes de que el fuego o el humo afectaran a su salud y pudo pedir ayuda a una de sus vecinas para llamar a los bomberos.

No hubo que lamentar, por lo tanto, daños personales, pero sí importantes daños materiales ya que cuando los servicios de extinción llegaron de Benavente las llamas ya habían causado importantes daños en la estructura de la vivienda, que tenía las vigas y el techo de madera. Además, el fuego se propagó a la casa de al lado, y los dos inmuebles han quedado inhabitables.

El incendio surgió alrededor de las cinco y media de la madrugada en la cama del dormitorio, donde había una manta eléctrica, y obligó a los bomberos de Benavente a actuar durante cerca de nueve horas para apagar el fuego y retirar las vigas abrasadas que corrían peligro de desprendimiento.

En total se movilizaron tres vehículos, concretamente dos autobombas y un vehículo de altura, e intervinieron cinco efectivos humanos, tres bomberos hasta las nueve de la mañana y otros dos desde esa hora hasta las tres de la tarde, cuando se recogió el dispositivo desplegado en Prado. La actuación de los bomberos permitió proteger de las llamas al resto de edificios de la manzana, en la calle de Amancio Tomé, incluyendo un depósito de gasoil que podría haber causado estragos en Prado en caso de llegar a arder.

En cuanto a la segunda vivienda afectada, pertenece a uno de los hijos de la octogenaria, pero se encontraba vacía en el momento del incendio. Las dos casas eran antiguamente un mismo inmueble y aún compartían algunas vigas de madera, por las rápidamente se propagó el fuego desde el dormitorio donde se encontraba el foco hasta la vivienda contigua.

La dueña de la primera casa se ha visto obligada a mudarse a Benavente, donde vive una de sus hijas, y ayer lamentaba la pérdida de una buena cantidad de objetos personales que guardaba en su habitación y que probablemente se habrán perdido durante el incendio.