El desfalco producido en la oficina del Banco de Santander en Tábara, que ha terminado con la detención del director de la sucursal, podría rondar los 400.000 euros. Es la cantidad que ha trascendido en la zona aunque fuentes de la entidad rechazan hablar de cifras hasta que no concluya la auditoría interna que se está llevando a cabo para determinar el alcance real del quebranto.

Como adelantaba ayer este diario, el pasado viernes agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil se personaban en la oficina bancaria de Tábara y detenían al director que fue puesto a disposición judicial y el Juzgado de Guardia decretó su libertad con cargos.

La investigación llevada a cabo por la Guardia Civil tiene su origen en la denuncia presentada por una clienta del Banco de Santander de Tábara en el Cuartel de la Benemérita de esta localidad al detectar que faltaba de su cuenta una llamativa cantidad de dinero.

A raíz de estos hechos el Banco de Santander inició una investigación y el director de la sucursal tabaresa era suspendido de empleo, impidiendo el acceso a claves o información sensible.

Además fuentes oficiales de la entidad financiera confirmaban ayer a este diario la puesta en marcha de una auditoría interna para determinar la cantidad a la que se eleva el desfalco y los clientes de la zona que podrían verse afectados.

Las mismas fuentes precisaban que el Banco de Santander "garantiza a los clientes la recuperación del dinero", una vez que se conozca con exactitud la cantidad desfalcada.

Una llamada a la tranquilidad que no ha caído en saco roto ante el desasosiego generado entre gran cantidad de usuarios que tiene la entidad en la comarca de Tábara, pueblos de Aliste y La Carballeda. "Es una oficina muy importante en esta zona" expresaba a este diario un vecino sorprendido por la noticia. Aunque desde el lunes corrían rumores en círculos muy pequeños, muchas personas eran desconocedoras de lo ocurrido hasta que no trascendió a través de este diario.

Los hechos no han influido en el funcionamiento de la oficina bancaria de Tábara, que opera con total normalidad aunque a nivel interno los auditores están realizando su trabajo dentro de la investigación abierta por el Banco de Santander.

La sucursal de Tábara es producto de la integración del Banco Popular en el Santander después de que el grupo presidido por Ana Patricia Botín adquiriera el primero. En Tábara han estado operando las dos entidades de forma independiente aunque bajo el paraguas de la misma oficina hasta que hace "unos cuatro meses" se produjo la integración definitiva.

Fuentes consultadas por este diario apuntan que el desfalco tendría su origen en el Banco Popular y podría afectar a clientes de esta entidad ya extinguida e integrada en el Grupo que preside Ana Patricia Botín.