Brandilanes, localidad perteneciente al municipio de Fonfría, abrió, como manda la tradición de siglos, las fiestas patronales del año en los pueblos alistanos honrando bajo el frío a su patrono San Amaro. Trabajando toda la comunidad en común logra mantener e incluso revitalizar año tras año unos festejos en cuya contra juega, a parte de la despoblación rural, la climatología adversa de enero para celebrar los actos a cubierto y al aire libre.

San Amaro y las gélidas noches de helada van unidos y, por ello, una de las características únicas de las fiestas de Brandilanes de Aliste es la "lumbrinaria" que se enciende la víspera, y que se mantiene viva durante tres días: hasta finalizar los festejos. Rapaces, mozos y mayores salieron en la tarde del viernes al monte, con sus tractores, motosierras y sogas, a cortar y acarrear al pueblo dos remolque de leña de roble con la que se encendió la lumbre en la plaza de la localidad. El sábado solteros y casados, liderados por "Pedrín" (Pedro Martín) y su tractor, trajeron a la rastra" el enorme roble hasta la hoguera urbana. Una lumbre comunal y descomunal que cumplió con varios cometidos: dar calor a los festajeros, recoger el "borrallo" para los braseros y, sus brasas, para asar la carne. Lumbre imprescindible para poder celebrar las fiestas.

La orquesta "Waikas", de Asturias, fue la encargada de animar el baile de disfraces de la víspera con 160 personas de las cuales el 90% se disfrazaron. Los ganadores fueron Mario Mielgo (individual) y Héctor Alonso, Lidia Blanco (parejas) y Virginia Turiel, Marta Calvo, Alba Sevillano y Esther Marín (en grupos).

Uno de los momentos álgidos y más emotivos de la fiesta fue el día grande con la misa y la procesión en honor al patrono San Amaro, oficiadas por el párroco alistano Pablo Cisneros Cisneros, de la Unidad de Acción Pastoral, de Fornillos de Aliste.

Tras los rezos religiosos nada mejor para quitar el frío que el baile al son de las dulzainas alistanas que estuvo amenizado por el grupo folclórico "Alistanga", del que forma parte la joven folclorista de Brandilanes Esther Martín Garzón, que estudia primero de Bachillerato, junto a Adrián Romero Velasco de Lober (trabajador de la Fasa en Valladolid), Sergio Castaño Fernández de Alcañices (alumno de Gestión Forestal), Diana Pérez Domínguez de Nuez (prepara oposiciones a la Guardia Civil), Alfredo Esteban Gago (Academia de Suboficiales del Ejército) y Sergio Cabezas Manzanal, de Pino del Oro (alumno de mantenimiento electrónico).

La comida popular en la Plaza Mayor, congregó a 107 personas y en el transcurso de la cual se degustó y se elige el mejor vino casero del pueblo.

Por la tarde los vecinos disfrutaron con el mejor folclore de la tierra a cargo de la agrupación folclórica alistana "Manteos y Monteras" donde volvieron a brillar con luz propia las gaitas de fole, el baile llano y la rica, colorida e histórica indumentaria tradicional alistana de hombre y de mujer. Acto seguido el grupo de teatro de San Juan del Rebollar representaba la comedia " Sé infiel y no mires a quién". Llegada la noche la verbena popular contó con la actuación de la orquesta "Kronos" de Salamanca. Ya de madrugada, al finalizar los bailes, asado en la hoguera de chorizo, panceta y costillas que fueron degustadas por lo allí presentes. Los actos culminaron ayer con una nueva misa.