La Dirección General de Política Agraria Comunitaria confirmó a COAG que la próxima semana se publicará la Resolución que permite durante el presente año, de manera excepcional y sujeta a determinadas limitaciones, la aplicación de purines mediante sistemas de distribución no localizada, tales como platos o abanicos.

Así pues, y según fuentes de la propia Consejería, y según informa la organización agraria, "la resolución que se publicará tendrá un contenido prácticamente idéntico a la emitida en 2019, en la que se justificaba la excepcionalidad de la medida en que "a la vista de la evolución de la maquinaria agrícola en 2018, y a pesar del importante esfuerzo realizado por los agricultores y ganaderos de Castilla y León para la adaptación de los equipos a la aplicación localizada de purines, se considera necesario un año más para que el sector esté en condiciones de cumplir la nueva normativa".

COAG señala que "el tema de la aplicación de purines y estiércoles es de suma importancia para los agricultores y ganaderos, ya que el incumplimiento de las normas de condicionalidad de las ayudas de la PAC puede dar lugar a reducciones y/o penalizaciones en dichas ayudas, al margen de las posibles sanciones y responsabilidades por incumplimiento o vulneración de otras normas (ambientales, sanitarias, sectoriales, municipales, etc.)".

COAG valora positivamente esta medida porque contribuye eficazmente a la adaptación progresiva del sector . Recuerda a los agricultores y ganaderos "que si bien podrán seguir utilizando los sistemas de plato o abanico, la aplicación de purines no podrá realizarse cuando la temperatura máxima el día de la aplicación supere los 30 grados centígrados, ni cuando el recinto en el que se aplique tenga una pendiente superior al 20 por ciento. Los profesionales también deben tener en cuenta que aparte de los criterios de condicionalidad de las ayudas de la PAC, existen otras normativas de obligado cumplimiento que en determinados casos limitan aún más los requisitos de la propia condicionalidad, como es el caso del Decreto 4/2018 sobre condiciones ambientales mínimas para las actividades o instalaciones ganaderas de Castilla y León".