La problemática y cada vez más peligrosa carretera N-122 fue ayer el escenario de un nuevo accidente de tráfico en el término municipal de Fonfría, entre las localidades de Ceadea y Arcillera, punto kilométrico 511. Ocurrió hacia las 9.33 horas, en una mañana de intensa niebla y escasa visibilidad.

Movilizados por el Centro de Operaciones 112 de "Emergencias Castilla y León" se personaron en el lugar del siniestro los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico (Zamora) y de Seguridad Ciudadana (Alcañices), profesionales del parque comarcal de bomberos voluntarios de la MancomunidadTierras de Aliste, desde San Vitero, médicos y enfermeras de Emergencias Sanitarias del Sacyl (Centro de Salud de Aliste), ambulancias y un helicóptero medicalizado.

El accidente se produjo en el tramo de la carretera N-122, entre Ceadea y la de Arcillera, en el paraje conocido como "El Rodillón".

El siniestro, presuntamente y según las primeras valoraciones, se produjo cuando un Jeep Cherokee conducido por un vecino de Pobladura de Aliste (municipio de Mahíde), que iba en dirección de Alcañices Zamora, estaba adelantando a uno de los camiones pluma de la flota de la conocida empresa alistana de materiales de construcción Rivas, de Rabanales. El choque frontal se produjo con un Hyundai Tucson conducido por un profesor del Colegio Comarcal de Educación Infantil y Primaria "Virgen de la Salud", que se dirigía de Zamora a Alcañices a dar clases a sus alumnos. Hasta allí acudieron tras conocer la noticia tanto el director como la secretario del centro escolar para interesarse por su compañero.

El siniestro se produjo en una recta, en su mayoría con línea continua, antes de llegar al área de descanso de Ceadea. Tras el primer impacto, al parecer, se vieron implicados más vehículos y se produjeron varios choques más. Otro camión golpeaba al Cherokee y el camión de Rabanales a un automóvil portugués.

Los tres heridos, el conductor del Cherokee (que viajaba solo) y dos más, fueron trasladados a Urgencias del Hospital Virgen de la Concha de Zamora, sin que haya trascendido su estado. Dada la corpulencia del conductor de Pobladura hubieron de excarcelarlo del vehículo, no sin dificultad, los bomberos alistanos.

La N-122 era el escenario de un segundo accidente de tráfico a las 11.30 horas, en este caso a causa de la fauna salvaje. Un trailer portugués que circulaba en dirección a Braganza chocaba con una cierva en el punto kilométrico 521, a la altura del paraje de "Portilla Blanca", dentro del término de Alcorcillo. El trailer transportaba las luces de Navidad de Bilbao. El vehículo luso solamente sufrió desperfectos en el paragolpes. Peor suerte sufrió la cierva que murió en el acto y quedó descuartizada por toda la calzada de la carretera Nacional 122.

En la noche del miércoles al jueves otro trailer portugués se llevó por delante y mató a cinco jabalíes en la Nacional 122, a la altura del cruce de Alcorcillo, cercanías de Alcañices. El pasado martes a la altura de Vivinera un usuario de la Nacional 122, natural de San Vitero, atropelló otro jabalí, que murió, causándole grandes daños al automóvil.

A lo largo del pasado año 2019 fallecieron en las carreteras zamoranas nueve personas (un 11,22% menos que en 2018). Dos de ellas perdieron la vida en la Nacional 122 y eran alistanos: en Fornillos de Aliste, Jesús Martín Pérez, de Alcañices (el 22 de agosto) y en Muelas del Pan, Sergio Rivera Rodríguez, de Gallegos del Río (el 12 de octubre)

Autoridades locales (alcaldes y concejales), vecinos y usuarios, tras conocerse los accidentes de "El Rodillón" y "Portilla Blanca". volvían a denunciar por enésima vez la peligrosidad de la carretera Nacional 122 y la necesidad de su reconversión en autovía con carácter de máxima urgencia para evitar más muertos y heridos. "Esto es un sin vivir. Presumen de quitar los peajes en las autopistas y aquí los alisanos y trasmontanos lo pagamos con la vida", declaraba ayer un habitual de la ruta entre Zamora y Alcañices.

En las dos últimas semanas a la ya de por si peligrosidad propia de la carretera Nacional 122 por el intenso tráfico de vehículos pesados, se le esta sumando la intensa niebla, por lo cual si se coge un trailer de transporte internacional lo mejor es seguir tras él hasta Zamora: "Cualquier intento de adelantamiento supone jugarse la vida a cara o cruz ante la nula visibilidad. Viajar es una temeridad", afirma un usuario.