La Federación advierte de una alta incidencia del furtivismo en los meses de febrero, marzo, abril, agosto, septiembre, octubre y diciembre; y media en mayo, julio, noviembre y baja en junio.

Octubre es un mes de veda general y desde en el calendario se indica que "los periodos de caza son para moverse en ellos, de forma que ni hay que empezar obligatoriamente el primer día ni acabar el último". Se alude a establecer "el número de días en función de lo que tenga cada coto y número de cazadores", a la ejecución de censos post-reproducciones por los mismos itinerarios para saber las densidades de las especies, sobre todo de perdiz". Se expone que "lo que mejor se gestiona son las jornadas de caza y los aparcamientos fijos en los cotos" y se apunta a capturas máximo sostenibles, a disparos selectivos y a respetar los cupos". Noviembre es un mes apropiado para analizar alas y patas de las perdices capturadas para saber el age-ratio y el sex-ratio, y para preparar refugios de paja y comida por si nieva. Diciembre se pide controlar los días de caza "al haber muchos días de fiesta", así como plantar abustos, sembrar para la fauna y cazar zorros y córvidos.