El pueblo de Otero de Bodas continúa sin poder comunicarse a través del teléfono fijo ni conectarse a Internet desde que la tormenta del 19 de diciembre provocara una avería, a día de hoy no reparada. Cuatro semanas viviendo un aislamiento especialmente dramático para personas mayores que no disponen de móvil y su única comunicación es a través del teléfono fijo. O más grave aún, privadas del servicio social de teleasistencia, las que disponen del mismo, que funciona por esa línea telefónica cortada.

Empresas, como el bar o la gasolinera, el Ayuntamiento o el consultorio médico también sufren las consecuencias del "apagón", además de los vecinos en general. Sin ir más lejos, la dueña de la gasolinera calificaba la situación de "una auténtica vergüenza" al no remitir los problemas telefónicos y de conexión a internet.

Como han confirmado fuentes municipales, el único paso conseguido es la respuesta de la Dirección General de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información, dependiente del Ministerio de Economía, para comunicar al alcalde que se habían puesto en contacto con la operadora telefónica con el fin de dar solución al problema. Pero a día de ayer todo seguía igual.

Los aproximadamente cien vecinos que habitan en Otero de Bodas están con la paciencia al límite. Muchos mayores y personas que viven solas tienen en el teléfono fijo la única forma de comunicarse con sus familias o, lo que es más grave, confían su seguridad a un servicio de teleasistencia ahora en desconexión.

Entre tanto, el Ayuntamiento de Otero de Bodas está recabando documentación y se ha puesto en contacto con un abogado para estudiar la posibilidad de plantear una denuncia judicial contra los responsables de la falta del servicio telefónico e Internet.