Casi dos millones de litros por segundo saltando de golpe de España a Portugal, convierten al río Duero, en la presa de Castro, "en un espectáculo digno de verse", en expresión de Enrique Rodríguez, que ayer se acercó al promontorio luso para contemplar y disfrutar, a gusto de todos los sentidos, del impresionante torrente de agua.

Castro despide en Zamora al gran Duero, que se adentra por el cañón de Arribes al tramo portugués. Enrique llevó consigo a su compañera, natural de Valladolid, para que viera con sus propios ojos un fenómeno que es seguido con expectación incluso cuando solo forman la cascada unos meros metros cúbicos de agua, allá en las cabeceras de los ríos. En Castro esta liberación alcanza volúmenes sensacionales porque aglutina en un palmo de terreno fluvial el espite de agua procedente de la mayoría de ríos, regatos y riberas de la cuenca del Duero; cursos con la entidad del Pisuerga, Esla, Carrión, Órbigo, Tera... y cuantas corrientes desembocan en el río nacido en los Picos de Urbión.

Según los datos facilitados por Iberdrola, titular del complejo hidroeléctrico, lo vertido por el aliviadero y lo turbinado alcanzaba un caudal de 1.951.000 litros por segundo (1.951 metros cúbicos). "Es como que el agua tuviera vida", afirma el espectador de Castro, que subraya lo "sorprendente" de la visión de tanta descarga y suelta.

Solo unos kilómetros aguas arriba, en Villalcampo, el caudal trasmitido al Duero era de 1.704.000 litros por segundo, de los que 867.000 litros/segundo procedían del salto de Ricobayo, el gran embalse del Esla.

Es de resaltar que Castro superaba el lunes en volumen de agua embravecida a Saucelle, que despide al Duero en Salamanca, y también a Aldeadávila, con corrientes de 1.394 y de 1.505 metros cúbicos, respectivamente, lo que evidencia una gestión de bombeo de agua hacia el embalse Almendra y de almacenamiento en los depósitos energéticos.

"Se repite así el mayúsculo espectáculo que genera la ebullición de las aguas en su camino hacia Portugal" expresa Iberdrola, sabedora de que los desembalses constituyen un atractivo para numerosas personas que siguen estos acontecimientos con pasión. De hecho, las Rutas de los Desembalses, junto con las Rutas de los Pantanos, tienen sus seguidores como lo tienen las concentraciones de aves o las Edades del Hombre. Las Eléctricas son conscientes de este turismo fluvial e hidroeléctrico y disponen miradores en la zona para que los visitantes disfruten, con advertencias, de las evacuaciones.

La empresa presidida por el salmantino Ignacio Sánchez Galán indica que "la abundantes precipitaciones registradas en los últimos días con el consiguiente incremento de los caudales en los ríos ha llevado a Iberdrola a abrir las compuertas de las presas de Villalcampo, Castro, Aldeadávila, Saucelle y el túnel aliviadero de Ricobayo con el fin de desaguar y regular las avenidas que concentran los ríos Duero, Esla y Tera como consecuencia de las aportaciones de las cuencas de cabecera".

De "relajante" califica Enrique Rodríguez la contemplación de un torrente que causa en cientos de metros de río una agitación del agua que no hay caldera hirviente que la iguale. Los desembalses tienen lugar en estas fechas sin necesidad de que los embalses rebosen de agua. De hecho los cuencos de Iberdrola están a poco más de "un 68% de su capacidad". La gestión conlleva derivar de unos a otros para reponer el agotamiento reinante. Las sueltas llegan así desde los aliviaderos y desde productivas turbinaciones.