La escasez de pastores y de curas motiva que tradiciones propias de la Nochebuena como La Cordera o las Misas del Gallo sean algo cada vez más raro de ver en tierras alistanas. Lo que antaño era el acto central del 24 de diciembre en cada pueblo parece estar hoy al borde de la extinción.

Nuez de Aliste fue una de las localidades donde abrió la iglesia, en este caso para celebrar el Ramo de Navidad, una ancestral tradición que sobrevivió incluso durante la Guerra Civil, para caer en el olvido a partir de 1940. Tras celebrarse de forma discontinua en 2016 un grupo de jóvenes decidió recuperar este acto religioso, algo que se pudo materializar gracias a dos ancianas que lo conservaban vivo en sus memorias: las señoras María Méndez y Estefanía Vicente.

Trece mujeres, dos niñas y dos niños fueron los encargados de ofrecer y cantar el Ramo de Navidad de Nuez. Vestidas de pastoras y zagalas entonaron las canciones ancestrales acompañadas de instrumentos de percusión como el almirez, tambores, botellas de anís y panderetas.

El ramo está compuesto por una rama de pino de 2,5 metros de alto, adornado con roscas caseras, guirnaldas y cintas. Este año la pastorcilla fue Nuria Trabazos Fernández, de trece años de edad, la cual cumplió con la función tradicional de "echar la entrada". Junto a ella estuvieron los pastorcillos Eric e Isacc Pérez de ocho años y Julia de nueve. Las mujeres cantaron el ramo, unas ataviadas con la colorida indumentaria tradicional alistana, destacando la "Saya Plegada", de la que se dice es exclusiva de Nuez, uno de los pueblos de la península ibérica donde más y mejor se han mantenido las tradiciones; las otras de rigurosos negro, con ropajes, faldas, blusas y toquillas propias de Aliste hasta la década de los 50.

"La Entrada", "Mira que feliz está", "Ya le llevan al recien nacido" son las canciones que se fueron escuchando en la iglesia de Nuez con voz femenina, y por último el villancico de Nochebuena recitado por grandes y pequeños mientras se le iban entregando los regalos al Niño Jesús. Todo ello antes de la santa misa.

El Ramo de Navidad se representará este año excepcionalmente el día 30 de diciembre en la iglesia de San Andrés de Zamora capital gracias a la iniciativa de la Asociación para la promoción y el estudio de la capa parda alistana de honras y respeto (Apeca) que preside Félix Marban Junquera. Será a las 20 horas y la misa estará oficiada por el sacerdote Pedro Faúndez Mayo, rector del Semaniario de San Atilano. Los socios irán ataviados con la capa.

Nuez de Aliste tuvo categoría de villa y en tiempos del abad Esteban de Moreluela, allá por el año 1238, ello le refrenda como uno de los pueblos más antiguos de la comarca-, éste le otorgó un fuero especial y contaba con concejo propio. Del siglo XIII es originaria la Virgen María y el Niño Jesús, únicas imágenes esculpidas en piedra. Del años 1586 data la pila bautismal.

Mientras la práctica totalidad de las parroquias en lo que respectaba al repartimiento de diezmos tuvieron como señor al marqués de Alcañices, en el caso de Nuez (y Vega y Figueruela unidas a ella) tuvieron como señor temporal al conde de Benavente. Nuez vivió su mayor explendor poblacional allá por 1959 cuando contaba con un total de 768 habitantes, época en la que superaba en población a Trabazos con 591 vecinos. Hoy 293 tiene Nuez.

Tola revivió en la tarde de Nochebuena su tradicional pastorada cuya organización corre a cargo cada año de la mayordoma de la Virgen de las Mozas y diferenciada en cuatro actos: el Portal De Belén, la Licencia, el Ángel y los tres coros que van formados, por niños el primero, por adultos el del medio y los folcloristas que van detrás.

Fiel a su cita y gracias a la asociación cultural "Aires de Aliste" Pobladura volvió a contar con "Los Chingueles" una tradición que se ha mantenido viva desde que fue puesta en marcha en 1906 gracias entre otros al cura Moisés Pintado, al gaitero Baltasar Vaquero y Rafael Fernández.