Agitada y alarmante noche la del martes al miércoles en la provincia, con una sucesión de cuatro robos en establecimientos de hostelería que, a priori, podrían haber sido cometidos por los mismos autores: tres hombres encapuchados que se desplazaban en un Seat León negro, presumiblemente robado.

Los asaltos tuvieron lugar en el bar Oasis, situado en el barrio de Los Bloques de Zamora, el restaurante Rosamari de Montamarta, el Teleclub de Granja de Moreruela y el hotel restaurante Cañada Real de Villalpando. En todos los casos los asaltantes forzaron puertas o rompieron ventanas acristaladas y actuaron con total rapidez en busca de un objetivo, las máquinas tragaperras que reventaron con herramientas potentes, como mazas, logrando llevarse las cajas con el dinero. Únicamente en Granja de Moreruela huyeron sin el botín.

La sucesión de asaltos habría comenzado en el bar-restaurante Oasis de la capital, donde pasadas las tres de la madrugada los delincuentes reventaron el cristal de la puerta y se dirigieron directamente a las máquinas tragaperras. El vídeo de seguridad del establecimiento habría captado las imágenes de la meteórica intervención de los ladrones que, ayudados de mazas, destrozaron las máquinas, consiguieron el botín y se marcharon. A pesar de que saltó la alarma, los ladrones pudieron escapar. De inmediato se presentó la Policía Nacional y más tarde el dueño del establecimiento que a primera hora de la mañana ya tenía el bar prácticamente en orden para trabajar con normalidad.

Los siguientes objetivos fueron Montamarta y Granja de Moreruela. En el primero ocurrió en el bar-restaurante Rosamari, situado al lado de la carretera, hacia las cuatro de la madrugada cuando tres encapuchados destrozaron la puerta de entrada para reventar las dos máquinas tragaperras llevándose la recaudación. La dueña del bar, que vive en el piso de arriba, escuchó ruidos y al salir al balcón le lanzaron una piedra grande sin que afortunadamente consiguieran darle. Después se dieron a la fuga.

En Granja de Moreruela el objetivo fue el bar del Teleclub, situado también al lado de la carretera, que presta el servicio del comedor social y es frecuentado por los peregrinos del Camino de Santiago. Los ladrones accedieron reventando las puertas de acceso al local y a la cocina, ayudados por la rejilla de hierro de una alcantarilla. Aunque la responsable del bar no echó en falta nada, sí fueron cuantiosos los daños. La alarma pudo contener la acción de los delincuentes.

Hacia las cinco de la madrugada la misma banda puso sus miras en el hotel restaurante Cañada Real de Villalpando, situado en la salida 231 de la autovía A-6. Los encapuchados destrozaron una de las lunas para entrar en la cafetería y de forma meteórica reventaron la máquina tragaperras. Tanto el recepcionista del hotel como el gerente y clientes que pernoctaban en el establecimiento escucharon los golpes, pero "fue visto y no visto" explicaba el responsable. Al ver al recepcionista le habrían lanzado un taburete para disuadirle sin que lograran alcanzarle, pero los ladrones huyeron presumiblemente autovía adelante.

Guardia Civil y Policía Nacional (en el caso de Zamora) investigan los robos que han generado gran alarma y no son aislados. El día anterior se produjo otro en Sampil (Sanabria), en días pasados por la zona de Tábara. "Es constante y nadie los pilla", lamentaba uno de los afectados.