La Diputación cuenta con 1.592 kilómetros de carreteras propias a las que tiene que hacer frente al mantenimiento. Aliste (Tábara y Alba) es la comarca que lideran los recorridos con un total de 488,85 kilómetros, seguido de Sanabria y La Carballeda con 297,67, Benavente y los Valles con 280, Toro y Tierra de Campos con 249,57, Sayago con 176 y Bajo Duero con 99,33 kilómetros. Aliste también cuenta con un mayor numero de caminos rurales de los que se propone transferir a la institución provincial.

Un camino rural en circunstancias de deterioro graves es el que va de Villarino Manzanas (Figueruela de Arriba) a Linarejos (Manzanal de Arriba) que comunica Aliste con La Carballeda, cruzando por la Sierra de la Culebra. El tercer camino de la discordia es el que une a la localidad de Muelas del Pan (cruce con la Nacional 122) con el municipio de Almendra del Pan, Valdeperdices y El Campillo, que es utilizado habitualmente por el transporte escolar y también para acudir al centro de guardias médicas.

Uno de los primeros caminos rurales fue construido para unir a través de la Sierra de la Culebra a las localidades de Sarracín de Aliste y Ferreras de Arriba, el cual fue integrado con posterioridad como parte de la carretera provincial ZA-P-1407 de Alcañices a Benavente por Ferreras de Abajo. Su trazado no se renovó cuando fue adecuada y ampliada la carretera en 1993 y dado su deterioro el pasado mes de noviembre la Diputación de Zamora lo ha mejorado con una buena y nueva capa de rodadura de mezcla bituminosa en caliente.

Otro esperpento es el camino de Moveros a Brandilanes para el cual se acordó el día 30 de junio de 2017 en Madrid (Ministerio de Agricultura) -con la entonces Subdirectora General de Desarrollo Rural y Medio Ambiente- un compromiso de invertir alrededor de 700.000 euros para recuperar todo su trazado de 4.780 metros co una calzada de 4,80 metros. Pasados 29 meses y dos legislaturas (Mariano Rajoy y Pedro Sánchez) del acceso viario nadie se ha vuelto a acordar y su deterioro va de mal en peor. Los ayuntamientos tienen claro que ellos no pueden sufragar su mantenimiento.