Los munícipes de Tierra del Vino están cansados de la alta velocidad con la que transitan algunos conductores por sus calles, especialmente por las travesías que vertebran el pueblo y que son los nudos de comunicación entre las diferentes localidades. Pese a que muchos ayuntamientos han ido tomando diferentes medidas para frenar la velocidad, en esta ocasión han recurrido a la Diputación de Zamora para poner una traba más a qienes no parecen querer acatar las normas de circulación.

Tierra del Vino ha vivido, en los últimos años, numerosos accidentes aunque, por suerte, pocos han ocurrido dentro de los pueblos y son las carreteras las que más vidas se han cobrado. Pese a ello, a diario los alcaldes de estos municipios constatan que algunos conductores transitan por las calles del pueblo a mayor velocidad de la permitida por el reglamento pese a que existen medidas de seguridad y de disuasión.

Las travesías son, por tanto, también el eje comunicativo de estos pueblos y por ellas circulan los habitantes del pueblo, corriendo gran peligro cuando no se respetan los límites de velocidad al existir, en algunos municipios, aceras muy estrechas o ni siquiera no existir espacio entre la travesía y las viviendas.

Por todo ello, Morales del Vino, Moraleja del Vino, Casaseca de Campeán y Villalazán han pedido a la Diputación de Zamora medidas para reducir el número de conductores que se saltan las leyes dentro de sus términos municipales y así poder instalar reductores de velocidad que obliguen a los vehículos a frenar y así circular a menos velocidad, al menos, en la travesía de estos cuatro municipios.

En el caso de Moraleja del Vino, el badén se instalará en la salida del pueblo en dirección a Madridanos para intentar que los vehículos que entran en el municipio lo hagan a menor velocidad y así tratar de evitar accidentes como el que ocurrió hace unos años en ese mismo cruce y en el que, por suerte, no hubo que lamentar fallecidos pese a lo aparatoso del accidente. Moraleja cuenta con un badén en la salida hacia Arcenillas, también una de las travesías mas utilizadas por los lugareños y que se instaló hace unos años para evitar que los vehículos entraran a gran velocidad en la localidad. También las otras dos entradas al pueblo, aunque no son de titularidad de la Diputación, cuentan con badenes para frenar la velocidad en el municipio.

Morales del Vino también es un municipio afectado por la velocidad de algunos vecinos y, por ello, ha instalado en los últimos tiempos diferentes señales de concienciación para que se reduzca la velocidad en el pueblo. Pese a ello, colocará en una de sus entradas un badén que permita tener mayor seguridad a todos los vecinos.

Tras la petición por parte de los cuatro ayuntamientos de la comarca de Tierra del Vino y de otros ocho de la provincia de Zamora, la Junta de Gobierno de la institución provincial aprobó el proyecto para la instalación de estos reductores de velocidad, con un presupuesto base de licitación, de 174.316,88 euros, todas ellas en carreteras dependientes de la Diputación. Desde la institución provincial se remarca que estas medidas de seguridad se instalan siempre "a petición de los ayuntamientos y tras comprobar que muchos vehículos no respetan las limitaciones de velocidad establecidas en los tramos de las citadas travesías".