La tierra de Tábara vive cierto malestar por los proyectos de instalación de granjas de porcino a la vera de la sierra de la Culebra y de la sierra de las Cavernas que, según creen sus detractores, afectarían directa o indirectamente a pueblos como Faramontanos, Santa Eulalia, Moreruela, Pozuelo y Tábara.

La asociación "Pueblos Unidos de la Tierra de Tábara" volverá la próxima semana, una vez llegue diciembre, a la carga en su lucha contra estas "granjas industriales" de porcino. La primera cita será mañana, martes 3 de diciembre, a las 16 horas frente a las Cortes de Castilla y León en Valladolid, coincidiendo con la convocatoria de la sesión plenaria y el objetivo será trasladar a los procuradores regionales sus reivindicaciones ante lo que se considera "una proliferación sin control de proyectos de granjas industriales de porcino en la región".

Los tabareses que deseen acudir a la concentración dispondrán de un servicio gratuito de autobús que iniciará su recorrido a las 13.30 horas en la localidad de Faramontanos para continuar luego por la villa de Tábara, Pozuelo y Zamora. Posteriormente, aprovechando el puente de La Constitución y La Inmaculada los vecinos, migrantes y foráneos que así lo quieran se podrán manifestar en Tábara, más concretamente en la Plaza Mayor, a las 12 de la mañana.

Los registros de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León reflejan la existencia actualmente en la comunidad autónoma de Castilla y León de un total de 631 "macrogranjas" -no tienen esta consideración oficial-, de las cuales 91 son avícolas y 540 de porcino. Que se sepa, habría ya otras 81 macrogranjas en proyecto y dos de ellas se ubicarían en la zona de la Tierra de Tábara.

El proyecto que más preocupa a Pueblos Unidos es el previsto en Faramontanos, con capacidad para 12.000 crías por cada tanda. En Pozuelo de Tábara la macrogranja en construcción acogería 4.635 cerdos de cebo de entre 20 y 100 kilos. Antaño, cada familia de medio rural tenía dos dos cerdos para la matanza y varias cerdas de cría que se cuidaban en "cortejas" utilizando como cama la paja de centeno que luego, convertida en estiércol, se utilizaba como abono para las huertas.

Ahora la polémica llega por lo que se denomina "purines", que son los excrementos de los cerdos de reproducción, cría o cebo resultantes de la limpieza de las granjas con agua (95%). En el restante 5% se encuentran variados componentes como potasio, nitratos y fósforos. Un cerdo adulto suele producir al año de 3 a 5 metros cúbicos de purines.