Los vecinos de Moraleja están en pie de guerra contra el vandalismo y si hace varias semanas denunciaban el incivismo de algunos dueños de perros que llenaban los jardines y zonas verdes de la localidad de deposiciones de los cánidos, en esta ocasión ha sido la mano del ser humano la causante de desperfectos en los jardines municipales de Moraleja del Vino.

A los pocos días de plantar flores para dar mayor colorido a la localidad, uno o varios vándalos se han dedicado a ir pisando por encima de todas las flores, dejando su huella en la tierra húmeda, para así estropear el trabajo de jardinería de los operarios municipales del Ayuntamiento de Moraleja.