Miguel Herberg Hartung, que pretende dotar a Formariz de la Casa de Cultura "Justo Alejo", con la obra y material del poeta sayagués (se casó con Silvia Herberg), fue una de las personas que hace treinta años vivió la caída del muro de Berlín. Tuvo lugar el 9 de noviembre de 1989 y puso punto final a una barrera que separaba dos cosmovisiones políticas del mundo (Occidental y Soviética), partía a Alemania en dos y también a la ciudad de Berlín.

"La noche en que cayó la Puerta de Brandenburgo fui el primer español, y uno de los primeros que lo pasó, junto con un amiga" afirma Herberg, que aquél histórico día se centró en dar rienda suelta a la máquina de fotografía e inmortalizar un muro repleto de frases, nombres y pinturas llenas de pasión por la libertad.

"No buscaba tanto los escritos, sino extractos, el alma del muro, dejar que el muro hablara por sí mismo, porque los muros hablan. Buscaba la esencia" dice Herberg. Pone de manifiesto que en los textos había expresiones de "odio al comunismo, y otros iluminados escribían Verboten (prohibido), y también signos del dólar, contra el capitalismo".

Recuerda que "en esos días hubo grandes fiestas por parte de la gente de la República Democrática Alemana (RDA) y de otras personas de la República Federal Alemana (RFA), pero sin darse cuenta de lo que eso significaba, pues todavía hoy la RFA sigue explotando en sueldos a los trabajadores de la RDA".

Miguel Herberg es un firme partidario de las fronteras libres de vallas y muros. "¡Abajo los muros y quien los construye o fomenta!" exclama. Señala que "los pretextos políticos son ridículos, y los económicos aún más". Repara en que "el racismo, las religiones y el fascismo que radica en el hombre son factores que crean muros". Reitera que "ningún muro está justificado, y en Palestina menos aún. Los israelíes han aprendido bien de los nazis alemanes y aplican sus métodos al pueblo palestino con muros, ocupaciones y campos de concentración". En cuanto al muro que se construye en la frontera entre Estados Unidos y México indica que "EEUU no quiere el muro porque les sirven esclavos a bajo coste. Es Trump y sus amigos quienes lo quieren para ganar dinero con la construcción".

Asegura que "cuando cayó el muro de Berlín fue un alivio, pero también supuso una gran tristeza al verse el socialismo hundido o, mejor dicho, la idea de socialismo frustrado". En lo tocante a la valla de Ceuta y Melilla critica su existencia "además con cuchillas anti hombre y antiesperanzas"." ¿A qué criminal se le ha ocurrido ?" se pregunta Miguel Herberg.

En su criterio, "los muros son un problema de complejo humano, de incapacidad de resolver los problemas fuera del útero de la madre. Es la impotencia del hombre que se resuelve solamente construyendo muros". No olvida Herberg que "tenía una cuenta bancaria en la RDA, en Berlín este, y cuando la RFA se anexionó la RDA se anexionaron de paso mi dinero , pues la RDA me pagaba mitad en dólares y la otra mitad en marcos de la RDA, y, como no podía hacer más que gastarme ese dinero en libros y discos, lo tenía en el banco, y vino la RFA y se quedó con el banco y no pude recuperar nada. Fue confiscado por la RFA". A Miguel Herberg, casado en Italia, la RDA le financió para instalarse en 1972 frente a la Casa de la Moneda y documentar el golpe de estado de 1973 encabezado por el general Pinochet, que terminó con la muerte de Allende y el triunfo militar. Luego residió en Corea y China y, reconstruyó la casa de Justo Alejo, en Formariz.