Más de un centenar de veterinarios zamoranos y salmantinos se manifestaban ayer en Madrid junto a otros 3.000 compañeros del resto de España para defender su reconocimiento como profesionales sanitarios "de pleno derecho" y reclamar mejoras laborales.

La Federación de Sindicatos Veterinarios (Fesvet) organizaba bajo el lema "Somos veterinarios, somos profesionales sanitarios, cuidamos de tu salud" esta marcha que recorrió las calles madrileñas que separan la Puerta del Sol de la sede del Ministerio de Sanidad, pasando por el Congreso de los Diputados, para exigir al Gobierno y al Legislador que se reconozca el papel de los veterinarios como profesionales sanitarios y pasen a depender del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Los manifestantes recordaron que "la salud de las personas depende de la salud animal y de la salud medioambiental hasta el punto de que el 60% de las infecciones que sufren los humanos provienen de los animales", y defendieron la Veterinaria como una profesión sanitaria junto con la Medicina, la Odontología o la Farmacia, tal y como se recoge en la Ley 44/2003, de 21 de Noviembre, de Ordenación de las profesiones sanitarias, una consideración que nunca se ha llegado a aplicar a los veterinarios hasta la fecha.

"Somos uno de los pilares más importantes de la Sanidad, y como Autoridad Sanitaria que somos, exigimos se nos considere como tal", reclamaba el manifiesto leído ante el Ministerio por el investigador veterinario Juan José Badiola.

"No imaginamos un mundo donde no existan investigadores veterinarios para estudiar y controlar las enfermedades actuales y emergentes que puedan afectar a nuestra fauna doméstica y salvaje, y también a nosotros, los humanos; investigadores veterinarios trabajan en el desarrollo de los tratamientos y las vacunas necesarias"; continuó el doctor Badiola.

Desde Fesvet se recordaba que inicialmente los veterinarios "estaban integrados en el Sistema Nacional de Salud en tareas coordinadas de prevención y control de la salud pública", una condición que perdieron la mayoría de los profesionales de este campo con el traspaso de las competencias sanitarias a las Comunidades Autónomas.

El resto ejercen la profesión "en condiciones de precariedad", por eso la manifestación también hacía hincapié en otras reivindicaciones como que haya más inspectores veterinarios para realizar controles de sanidad en mataderos e industrias alimentarias, o que se alivie la presión fiscal que soportan las clínicas y centros veterinarios, que están obligados a soportar un 21% de IVA, algo que no sucede en los centros médicos privados.

Los sindicatos de veterinarios piden un aumento de plazas de funcionarios en todos los ámbitos de la salud animal y la seguridad alimentaria, la consolidación del personal interino de acuerdo a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, así como más ofertas públicas para reponer las plazas vacantes.

Otra de las reivindicaciones de estos profesionales es la inclusión explícita en el artículo 550 del Código Penal de los veterinarios funcionarios como autoridades públicas ante situaciones de amenaza o agresiones, para mantener la libertad de ejercicio.