La histórica capa parda alistana de honras y respeto revivió ayer domingo todo su esplendor como el emblema de los pueblos alistanos y sus gentes gracias a la concurrida VII Jornada de exaltación que congregaba en Rabanales a alrededor de 400 personas en los actos programados por la asociación creada en 2013 para su estudio y difusión, organización que preside Félix Marbán Junquera. Allí estuvo también su primer presidente, el escultor e imaginero Ricardo Flecha Barrio.

El momento álgido fue la imposición oficial de la Capa Parda Alistana de Honras y Respeto de Honor 2019 a los pastores alistanos. Nadie en esta tierra alistana se ha sacrificado tanto por vivir y sobrevivir como los pastores, pastoras y zagales. Ayer se hizo justicia con ellos y con un digno oficio que muchos vivieron y desempeñaron desde el amanecer al atardecer de sus vidas.

Lo sentenciaba un anciano recordando su infancia, adolescencia, juventud, ya de adulto y en la tercera edad: "La capa parda alistana es el símbolo de todos cuantos hemos nacido y vivido en esta tierra, dando nuestra vida por ella, fuimos, somos y seremos, ella y nosotros, siempre compañeros inseparables de viaje, en las alegrías y las tristezas, en lo bueno y en lo malo, desde que nacemos hasta que morimos. La capa parda es una joya, un patrimonio material e inmaterial, que guarda y muestra la grandeza de esta tierra: de los alistanos y las alistanas".

Tras la mala experiencia climatológica de 2018 en San Juan del Rebollar, este año el tiempo volvió, con un día típico de los otoños de antes, frío, niebla y lluvia, de lumbres, tapabocas y capas pardas para guarnecerse de las bajas temperaturas otoñales.

La Plaza Mayor, de la que muchos dicen fue la romana Curunda Caesarea, siglos después de que por allí pasaran las huestes de Cesar Augusto, fue recibiendo, sin prisa pero sin pausa, uno tras otro, a los hombres y mujeres amantes y defensores de la apreciada y, cómo no, preciosa prenda de paño pardo.

El Ayuntamiento de Rabanales (Matellanes, Grisuela, Mellanes, Ufones y Fradellos), cuya Corporación Municipal preside el alcalde Santiago Moral Matellán, en nombre de sus vecinos, les dio la bienvenida con los brazos abiertos y les agasajó con un calentito, suculento y sabroso desayuno. Es Aliste una tierra de acogida y de muy buenas gentes, acogedoras y siempre de corazón abierto.

Tomás Castaño Fernández, nacido en Alcorcillo el día 26 de enero de 1926 (93 años), pastor en su adolescencia, como socio de mayor edad de la Asociación para la Promoción y el Estudio de la Capa Parda Alistana de Honras y Respeto, fue el encargado de abrir la procesión de las capas pardas, junto al socio más joven que es el niño alistano Hugo Martín Gago, natural de Alcañices y de Flores, nacido el día 14 de julio de 2008. Ellos estrenaron el estandarte, demasiado pesado (hierro y paño) por lo que les relevó Pedro.

Los sonidos del silencio fueron rotos con las melodías de las flautas de la Asociación de Tamborileros Zamoranos y las gaitas de la agrupación alistana de folclore "Manteos y Monteras". Tras ellos calles teñidas del color de pardos paños salidos de la lana de las ovejas de raza castellana negras tras ser esquiladas por san Juan y pasar por los batanes y telares hasta convertirse en la majestuosa capa parda alistana de Honras y Respeto.

El cura Teo Nieto Vicente oficio la santa misa en la antigua iglesia parroquial de San Salvador de Rabanales, -cuyos orígenes se remontan a tiempos de los Reyes católicos-, con los coros de "Manteos y Monteras" y la música del prestigiosos folclorista Luis Antonio Pedraza, nacido lejos, pero alistano de corazón.

Hacia el mediodía llegó la hora de exaltar a la capa parda alistana de honras y respeto y lo hizo, magistralmente, la alistana y periodista de Cope natural de Mahíde, Pilar Cisneros Sanabria, recordando y reviviendo, orgullosa, su infancia y adolescencia allá por la ribera del río Aliste, a la vera de la sierra de la Culebra, mostrando y demostrando el amor a su querida tierra alistana. Cuando se nace en Aliste, Aliste nunca se olvida, y Pilar Cisneros Sanabria la lleva siempre en su corazón: "Tierra de jaras y brasas, de hielos y anhelos, de piedras y campos. Con sus luces y sus sombras, con sus desvelos y sus conquistas. Porque una conquista es cuando un pueblo quiere salir adelante y entiende que para hacerlo tiene que recuperar, cuidar, mimar y hacer presente el pasado" y recordó al maestro Juan Gallego, "nuestro artesano de Bercianos, gracias a sus manos y a su dedicación incansable la capa se conservó como guardiana de la espiritualidad en la procesión de su pueblo y a él sobre todo le debemos el estar hoy aquí todos reunidos".

Emotivo fue también el homenaje que este año recayó en una mujer, la señora Prisca Domínguez Ramos, hilandera nonagenaria de Mahide (18 de enero de 1928), por su contribución a la preservación, conocimiento y divulgación, puntada a puntada, de la ancestral indumentaria tradicional alistana. Criada de niña en casa de su abuelos maternos, pues su padre tuvo que emigrar a Argentina.