El conocimiento detallado del número de manadas de lobos existentes en la región, su ubicación, daños, procreación y mortalidad es una cuestión que la Junta de Castilla y León considera esencial para la gestión de la especie, entre otros aspectos, para autorizar su caza. Máxime tras poner en entredicho los tribunales el rigor de los datos manejados hasta la fecha.

La Dirección General del Medio Natural y Política Forestal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, en una externalización de servicios, ha adjudicado a Consultora de Recursos Naturales, que representa el biólogo Mario Eugenio Sáenz de Buruaga, -única oferta presentada- "los servicios para la realización de actuaciones y coordinación de actuaciones relacionadas con la conservación y gestión del lobo en Castilla y León". El precio del contrato asciende a 278.840 euros y el plazo de ejecución se extiende hasta el año 2023. Los pagos se realizarán a razón de 46.232 euros en 2019, 52.819 en 2020, 52.819 en 20121, 61.053 en 2022 y 65.914 en el año 2013.

Los trabajos realizados se consideran "propiedad de la Junta de Castilla y León". Una de las aplicaciones informáticas esenciales para la Consejería de Fomento y Medio Ambiente es la denominada Infolobo, que supone una sistemática de información vinculada con la especie. Este "banco de información" se nutre de los datos remitidos por los agentes mediombientales, agentes forestales, celadores de Medio Ambiente y otro personal de la Consejería.

La Consultora deberá cumplir, en lo que al seguimiento poblacional del lobo se refiere, con "un análisis de la información disponible sobre la especie, y elaborar documentos de trabajo provinciales"; también debe analizar la información obtenida en Infolobo y la obrante en la Dirección General en materia de mortandad y daños al ganado. Estos documentos incluirán, al menos, la relación de manadas del censo 2012-2013, la relación de nuevas manadas y otras zonas identificadas como "zonas calientes". Para cada manada se utilizará la categoría de confirmada, presencia confirmada, sin datos, nueva manada y las denominadas zonas calientes, que son aquellos lugares "sin manada determinada pero con una acumulación destacable de información de lobo". La información servirá para establecer "las prioridades de seguimiento para el año reproductor en curso de cada provincia".

Otro de los cometidos adjudicados tiene que ver con las prospecciones poblacionales, que se realizarán con el fin de determinar variaciones en el censo de manadas, con especial atención a las áreas de nueva colonización. Sobre el particular, se apunta que "es previsible que el seguimiento y la recogida continua de información poblacional del lobo revelen, respecto al censo de 2012-2013, la aparición de nuevas manadas y la desaparición de otras, además de la confirmación del resto". Además, "habrá casos en que la información recogida no será suficiente para confirmar manadas en determinadas áreas y, para estos casos, se contempla que la asistencia técnica realice visitas de campo a estas áreas".

Para efectuar prospecciones, además de realizar itinerarios y hacer uso de estaciones de observación y escucha, "se podrán aplicar técnicas de fototrampeo y la recogida de muestras para posibles análisis (genética, alimentación...)".

Anualmente se determinarán nueve áreas a las que el equipo técnico deberá asistir, realizando trabajo de campo específico con el objeto de confirmar la presencia de manadas y elaborar un informe con actuaciones desarrolladas

Los resultados del seguimiento de las poblaciones de lobo a nivel provincial y regional serán expuestos en la reunión del Comité Científico del Lobo. El informe anual deberá recoger información sobre resultados regionales y provinciales del seguimiento, mortalidad, de daños a la ganadería, prospecciones de campo realizadas y las reuniones mantenidas.