Jesús Vara Garrido, nacido en San Vicente de la Cabeza el 1 de marzo de 1930, recibió ayer la imposición oficial de la Capa de Honor 2019. Es el reconocimiento al trabajo y a la labor humana, social y laboral de los pastores y pastoras de toda la historia de Aliste. El sabio anciano, pastor en cuerpo y alma durante 77 de los 89 años de su vida, se emocionó y, mientras las lágrimas bañaban sus mejillas curtidas por las alegrías y sinsabores de "digno y duro oficio", fue claro en su sentencia: "Los pastores y las pastoras, los agricultores, las ovejas y las vacas lo hemos dado todo por nuestras familias y nuestra tierra. Siempre soñamos con ir a mejor, pero somos conscientes que el día que que nosotros faltemos, cuando no haya pastores ni ovejas, nuestros pueblos desaparecerán con nosotros". Como buen alistano dio las gracias y pidió y deseó "salud para todos. Que tengáis suerte como yo, que en solo he estado 10 horas en un hospital".

Allí estuvieron los pastores de los diferentes pueblos porque ayer eran los protagonistas para escribir una nueva página de una historia de cientos de años.

Pilar Cisneros expresó que "vosotros, los pastores, sois los legítimos portadores de la capa parda alistana. El pastor lo es para siempre. Uno no se jubila nunca del rebaño, atentos a él 24 horas al día, 365 días al año, sin vacaciones, ni relevo. Vida de pastor, vida de Aliste. Todos llevamos sangre de pastor en Aliste. Mi madre Irene fue pastora con ocho años. No había elección. Era lo que había: pastor o pastora".

Aliste es tierra de pastores y los pastores son la tierra de Aliste y los más ancianos ayer recordaban tiempos que son historia.

Antaño, en los pueblos casi todos los vecinos tenían ovejas (de 10 a 40), y para su cuidado se contrataba un pastor profesional. La temporada comenzaba el 29 de junio (San Pedro), inicio de la trashumancia a la serranía de la Alta Sanabria, y finalizaba en san Antonio (13 de junio del año siguiente), cuando se apartaban las ovejas para el esquileo. Cada propietario las mantenía en casa hasta el 24 de junio, pues se aprovechaba para, libres de lana, bañar, una por una, todas las ovejas en el río el día de san Juan Bautista, a la salida del sol.

La "ajustada" (soldada) incluía una cantidad económica a portar equitativamente por todos los ganaderos, a razón de ovejas. A ello se añadía "la vela", que consistía en prestar diariamente al pastor un zagal de apoyo y la alimentación. La vela variaba, según que pueblos, en 10 o 15 ovejas. Cada vela (día) incluía tres libras de pan casero para el pastor, más dos de "pan caniego" para cada "perro pal lobo". El caniego era el pan hecho con harina sin cernir. Además, al pastor se le daba almuerzo (iba a comer con la familia a casa) y cena (se le llevaba al chiquero). La mejor época para el pastor era de san Martín a Navidad, pues la mayoría de las familias les invitaban a cenar esos dos días de la matanza del cerdo. Asímismo se le solía invitar a las bodas que antaño solían tener lugar los meses libres de trabajos: diciembre y enero. Por Pascua se le daba un hornazo.

El Honrado Concejo de la Mesta, reconocido en 1273 por el rey Alfonso X, integraba los ganaderos castellanos y leoneses. Allá por el año 1474 los ganados de ovino trashumante, entre los que se encontraban los alistanos, llegaron a superar los 3 millones de cabezas, y entre las grandes rutas estaba la Cañada Real Zamorana junto a la Leonesa, Segoviana y Soriana.

El Consejo de la Mesta gestionaba todo aquello referente a la ganadería y regulaba su régimen fiscal, codificando unas leyes y ordenanzas que ya incluían como enemigos de las ovejas a los cánidos, con monterías: "El que matare el lobo mayor, haya de premio del consejo 265 maravedíes, y por una lechigada 364, que sean de cuatro lobos o desde arriba". Hoy, 746 años después de crearse el Honrado Concejo de la Mesta, los pastores alistanos siguen viviendo por y para su ovejas en un mítico mundo de cuentos hechos realidad de lobos, corralas, chiqueros, cayatas de negrillo, perros de queda, de unos otoños, inviernos y primaveras sedentarios y unos veranos trashumantes. Sin descanso.

"Ser pastor es probablemente la profesión más ecológica y sostenible que existe. Habrá que hacerla compatible con las formas de vida de la gente joven. Tiene que haber negocio y mayor productividad, claro, pero también más servicios, más descanso, más ocio; y esto sólo se consigue con la introducción de las nuevas tecnologías. Las nuevas tecnologías tienen que estar en el campo, también para los pastores, especialmente para los pastores", dijo Pilar Cisneros.

Ternera alistana a la brasa

La comida de hermandad y convivencia, -cada uno se pagó su parte (25 euros)-, congregó 163 comensales y tuvo lugar en el restarante Matellán, donde se degustaron los tradicionales embutidos de la tierra, la chuleta de ternera alistana asada a la brasa de la lumbre con leña de encina, y las mollejas.

Para finalizar los actos se giró una visita al Centro de Interpretación de las Especies Micológicas de Rabanales. Antes de la comida, se visitó el Museo Etnográfico.

La Jornada de Exaltación de la Capa Parda Alistana de Honras y Respeto echó a andar en el otoño de 2013 en el Santuario Mariano Diocesano de Peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud, de Alcañices, para continuar en años sucesivos por Nuez (municipio de Trabazos) en 2014, Bercianos (San Vicente de la Cabeza) en 2015, Sejas de Aliste (Rábano) en 2016, "Las Figueruelas" (Figueruela de Arriba) en 2017 y San Juan del Rebollar (San Vitero) en 2018.

La celebración coincide siempre con el domingo anterior al día 11 de noviembre, San Martín de Tours (patrono de las capas), salvo causas de fuerza mayor, como este año 2019, al coincidir con la elecciones generales.

La Asociación para la Defensa y la Promoción de la Capa Parda Alistana de Honras y Respeto cuenta en la actualidad con un total de 209 socios, de 57 pueblos diferentes, y algunos de lugares tan distantes como Sevilla, Bilbao, Tolosa, Valencia, Salamanca y obviamente Zamora.

Asistieron a los acto Ángel Blanco (subdelegado del Gobierno), Francisco Requejo (presidente de la Diputación de Zamora), Javier Faúndez y Jesús Prada (vicepresidentes de la Diputación), Artur Nunes (presidente de la cámara municipal de Miranda do Douro, en la vecina Portugal) y numerosos alcaldes de Aliste.