La feria de San Martino llenó la villa de Mombuey de puestos de productos de la huerta, reflejo del estado avanzado de la recolección del otoño. Cebollas, pimientos, ajos, guindillas, calabazas, repollos y kilos y kilos de castañas, nueces y legumbres secas se acumulaban en cajas y cajones a la espera de comprador, un comprador que se hizo de rogar porque hasta pasadas las doce del día.

La calle de la Iglesia comenzó, a esas horas, a registrar los primeros atascos de peatones del día, un día que fiel al dicho llegó con veranillo de "San Martino" a primera hora de la tarde, tras una mañana fría que retrajo inicialmente la afluencia. El jurado municipal recorría los puestos para examinar el género y comenzar a nominar a los candidatos a los premios, incluido uno para los artesanos que se dieron cita en la feria, con trabajos en madera, en cestería, en manualidades.

Las bolsas se llenaron más de ajos para sembrar o ajo fino para sembrar. El que quiera llegar a tiempo para la fiesta de San Pedro, puede ir plantando para cosechar en junio.

Una amplia representación de representantes políticos municipales y provinciales acompañó al alcalde, Francisco Antón Rapino y miembros de su corporación, en los actos centrales oficiados en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, entre ellos la diputada nacional electa Elvira Velasco, y los diputados provinciales, Jesús María Prada y Ramiros Silva.

El rector del Seminario de Astorga, Enrique Martínez Prieto, apuntó el grave daño que ocasionó la afirmación marxista de "la religión es el opio del pueblo" dentro de los países comunistas por la persecución a los católicos. Aunque su mayor preocupación fue el daño que causó dentro de la propia iglesia que comenzó a alejarse "la búsqueda de la santidad" a la que tienen que aspirar los católicos. La vida de los santos "hicieron mucho por el cambio de la sociedad" como San Martín que partió su capa "y partió su vida", un ejemplo a seguir.

Una de las fiestas más queridas por los vecinos de Mombuey y, en general, buena parte de la Carballeda tuvo uno de los actos centrales en la procesión por las calles céntricas de la villa de Mombuey. El músico Luis Antonio Pedraza ensalzó los actos durante la procesión y en el interior del templo, donde no faltaron las voces del Coro de Mombuey y de la banda de música Bañezana.