La lluvia no impidió ayer a los vecinos de Venialbo celebrar su Fiesta de la Vendimia, aunque sí obligó a trasladar los actos desde la pradera hasta el salón de usos múltiples, decorado para la ocasión por los niños de la localidad.

Un enorme mural con un racimo de uvas negras y otro con un racimo de bayas blancas presidían el salón junto a una enorme calabaza y otros frutos propios del otoño que daban un ambiente temático a este recinto cubierto donde disfrutaron centenares de vecinos y un buen número de turistas llegados de otras zonas de Castilla y León. Los pequeños también decoraron distintas botellas con cuadros de artistas universales que tienen el vino como temática común, para "empaparse" de la cultura de su comarca, la Tierra del Vino.

Venialbo es un pueblo con varias bodegas adscritas a la DO Toro y con multitud de bodegas familiares que son el centro de la vida social del pueblo, tanto durante las fiesta de Nuestra Señora de La Asunción y San Roque, en el mes de agosto, como a lo largo del resto del año. En las bodegas de Venialbo no solo envejece el vino, también se organizan comidas, cenas y otros eventos sociales, se viven tertulias de sombremesa, se hace pueblo.

El salón multiusos del municipio completó ayer su aforo en el momento de la comida, en total se repartieron 225 raciones de "patatas de vendimia", el plato típico de la época que antiguamente se repartía como almuerzo a las cuadrillas de vendimiadores. Este manjar del otoño está elaborado a base de patata y bacalao, y en la fiesta de ayer todo el que quiso pudo repetir plato.

Además de los residentes venialbinos participaron en la fiesta los autocaravanistas que un año más vinieron por octubre a este municipio zamorano con motivo de la vendimia, 17 vehículos en total en esta ocasión. La organización de este tipo de actividades a lo largo de todo el año fomenta el turismo no solo de foráneos sino también de los oriundos del municipio que trabajan lejos de Venialbo, pero que así se ven animados a regresar a su pueblo más a menudo. La zona de autocaravanas facilita la llegada de gente de otras provincias.

Tras la comida, el grupo local de folclore, "Moleón", ofreció una actuación de jotas y otros temas de la tierra, y algunos vecinos se animaron a cantar alguna coplilla popular que el público agradeció con un sonoro aplauso. También se sorteó un jamón entre todos los comensales que finalmente ganó un visitante de Valladolid, quien prometió darlo a degustar más tarde en la zona de autocaravanas, donde se alojaba.

Lamentablemente la lluvia sí obligó a suspender la tradicional pisada de uvas que estaba prevista para la tarde.