Una sentencia de la sala segunda del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha autorizado excepciones a la prohibición de la caza del lobo siempre y cuando se justifique que no existe otra opción, lo que abre la puerta a la posibilidad de que pueda cazarse esta especie al sur del río Duero, aunque de forma "limitada".

Esta sentencia reconoce que no es contrario a la Directiva el que se autorice la caza como forma de gestión de las poblaciones de determinadas especies protegidas como el loboespecies protegidas como el lobo, siempre que se haga por la vía de la excepción y que se justifique que no existe otra solución satisfactoria y que tal excepción no perjudicará el mantenimiento de las poblaciones de las especies en su área de distribución natural.

Aunque la sentencia ha llegado a raíz de un planteamiento realizado por Finlandia, lo recogido en esta sentencia podría ser de aplicación en España para las poblaciones de lobos situadas al sur del río Duero, donde tienen la consideración de especie protegida y donde, por lo tanto, su caza está prohibida.

En los últimos años sus poblaciones han aumentado de forma "muy considerable", produciendo "importantes daños" a las ganaderías de la zona. Para evitarlo, las autoridades competentes autorizan de forma "limitada" un control de poblaciones que solo pueden realizar los agentes forestales. "A partir de esta sentencia no debería haber inconveniente en que este control de poblaciones a través de la caza lo hagan los propios cazadores", estiman desde las organizaciones del medio rural.

El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Aurelio González, considera que esta sentencia dará "un espaldarazo" a la defensa de agricultores y ganaderos de los ataques de la fauna salvaje en la comunidad, porque "refrenda" que empieza a haber una preocupación "de verdad" por la despoblación y por la protección de los profesionales del campo.

"Siempre hemos pedido un control poblacional porque había superpoblación de lobos y que teníamos derecho a proteger las explotaciones, y si hay un problema de sobrepoblación, se pueden cazar perfectamente", añadió González, quien reconoció que ya se ha hecho llegar esta resolución a la Consejería, con quien se debatirá este asunto en una reunión prevista para la próxima semana.

Y es que los daños provocados por la fauna salvaje se han convertido en una de las principales preocupaciones de agricultores y ganaderos, que supone "un grave problema", y no solo en el caso del lobo, sino también de los jabalíes, que suponen "la plaga más grave que tenemos" por los daños que ocasiona de forma directa.