"Enganchar" el sistema eléctrico de casa al alumbrado público para no pagar o manipular el contador para que la compañía eléctrica no registre el consumo de un domicilio o de una nave son dos prácticas ilegales pero cada vez más frecuentes en la provincia de Zamora, según apuntan distintas empresas del sector eléctrico consultadas por este diario. O al menos se detectan más casos gracias a los nuevos métodos empleados por las distribuidoras para combatir el fraude.

Los últimos casos se han dado en Villanueva del Campo, donde los cuerpos de seguridad del Estado investigan dos fraudes de fluido eléctrico recientemente detectados en este municipio, pero no es un problema exclusivo de este pueblo ni de esta zona de la provincia.

Las fuentes del sector consultadas por este diario apuntan a que el perfil del defraudador eléctrico en España se ha profesionalizado, pero también lo han hecho la metodología y las herramientas que manejan las distribuidoras para combatir estas prácticas, y hay quien apunta a que "ya es posible detectar el 100% de los casos de fraude". En este contexto, el proceso de digitalización de las redes de distribución y el uso de tecnología de vanguardia permiten la detección de estas situaciones "de forma muy precisa y eficiente".

Las eléctricas están obligadas por las normas del sector a llevar a cabo labores de detección y regularización de los fraudes de fluido eléctrico. En ocasiones esta labor lleva a descubrir la comisión de delitos asociados, como es el caso de las plantaciones ilegales de cannabis en interiores que la Guardia Civil desmantela después de que se detecten anomalías en el fluido eléctrico. Una plantación de interior consume electricidad por valor de miles de euros al mes y con frecuencia los narcotraficantes cometen un fraude en el fluido tratando de "cargarle" la factura a otro.

El fraude eléctrico en España preocupa también a las Administraciones Públicas, que ven en el incremento de las pérdidas derivadas de enganches ilegales y manipulaciones de contadores un recorte de los ingresos regulados del sistema eléctrico que puede poner en riesgo el equilibrio económico del sector y, además, repercuten de forma directa y significativa en el bolsillo de los consumidores que sí pagan la factura. No hay que olvidar que este tipo de fraude está recogido en el Código Penal y que, en función de la cantidad de electricidad ilegalmente consumida, puede constituir un delito.

Por otro lado, las manipulaciones de los contadores y de las conexiones a la red eléctrica conllevan un elevado riesgo para la seguridad e integridad física de las personas, ya que se realizan al margen de la normativa técnica y sin los requisitos de seguridad necesarios. Los datos disponibles de los últimos años reflejan que más del 99% de la energía defraudada en España se origina en el sector residencial de gran consumo, en el sector servicios y el industrial. Unos datos que constatan que estas situaciones solo se presentan de forma puntual en viviendas habitadas por familias en situación de vulnerabilidad.

La distribuidora eléctrica líder en Zamora, Iberdrola, en cumplimiento de su labor de control, llevó a cabo más de 2.300 inspecciones en la provincia el año pasado, un número similar a las realizadas el ejercicio anterior. Sin embargo, el número de fraudes detectados se incrementó en un 35%, con 433 casos en 2017 y 586 en 2018. Además, la eléctrica pudo recuperar más de 2.810 megavatios hora frente a los 2.000 megavatios hora en 2017.

En el conjunto de Castilla y León se aprecia una tendencia similar en base a los datos facilitados por esta compañía eléctrica. Iberdrola realizó más de 29.000 inspecciones en la Comunidad en los últimos ejercicios y en 2018 identificó 6.330 fraudes, un 30% más de los casos hallados en 2017 en Castilla y León (4.865). El fluido recuperado por la compañía en estas inspecciones ascendió a los 22.905 megavatios hora, frente a los 23.820 de 2017.

En toda España Iberdrola llevó a cabo 305.000 controles en 2018, un número similar al año anterior, e identificó más de 66.300 fraudes, lo que supone un 16% más que en 2017. La energía recuperada en 2018 en el conjunto del país por Iberdrola ascendió a 304.000 megavatios hora, un 12% más que en el ejercicio anterior.