La parroquia de Nuestra Señora la Virgen de la Asunción de Palazuelo de las Cuevas ha iniciado las obras de restauración del templo con vistas a la consolidación y mejora de la torre del campanario. Se trata de una torre construida con piedra autóctona de la zona ribereña del río Aliste y rematada con cantería de las antiguas canteras de Fornillos de Aliste.

Según manifiesta el párroco responsable de la Unidad de Acción Pastoral de Sarracín de Aliste (a la que pertenece Palazuelo) y a la vez arcipreste de Aliste y Alba Fernando Lorenzo Martín: "Los años no pasan en balde y hay piedras muy movidas de su sitio y partes inclinadas, por lo cual hemos creído que era necesario y urgente proceder a su reparación para que no haya peligro y la torre pueda lucir en todos su esplendor".

En 1607, la parroquia, que entonces pertenecía al Arzobispado de Compostela, contaba con sólo 46 feligreses. En aquellas fechas, hace ya 412 años, Palazuelo de las Cuevas contaba con dos ermitas, una dedicada a San Andrés (donde el cura tenía la obligación de decir dos misas a la semana) situada en el cerro que da al río Aliste (paraje que conserva su nombre) y otra de la Santa Vera Cruz (con hermandad).

En 1884 la feligresía se había incrementado ya a 66 vecinos (familias) con 281 almas de comunión (mayores de siete u ocho años y con la comunión hecha). Estaba instaurada la cofradía de San Antonio Abad y cada familia del pueblo estaba obligada a abonarle al cura 16 cuartillos de centeno por la ofrenda anual y el Pan Bendito. Ello suponía un total de1.056 cuartillos de grano que debían entregárselo al párroco en su casa en la localidad de San Vicente de la Cabeza. Una de las peculiaridades de la iglesia es que la imagen de la patrona esta esculpida en piedra.