La consejera de Sanidad, Verónica Casado, defendió ayer que no pretende cerrar los consultorios sino "ordenar el territorio y la Atención Primaria" en una entrevista concedida a El Mundo-Diario de Valladolid: "Todo el tiempo se me está diciendo que voy a cerrar consultorios y no voy a cerrar ninguno", afirmó. También expresó que en las ciudades de Castilla y León "hay médicos con más de 1.500 tarjetas, que tienen muchos días de lista de espera, y que eso en un pueblo no es así porque hay tres o cuatro veces más recursos de médicos y enfermeras".

Por su parte, el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea (Ciudadanos), abogó ayer por "reordenar" la atención para que los médicos "presten un servicio razonable, puedan prestar atención continuada, puedan prestar todos los servicios que el sistema nacional de salud ofrece a los ciudadanos y prestarlos con calidad" en declaraciones recogidas por la agencia Ical en Burgos, donde también apostilló que "se está trabajando todavía" en la propuesta de reordenación" e invitan al PSOE a participar.

Desde el PSOE de Castilla y León, sin embargo, acusaban a la Junta de "desmantelar la sanidad rural" y denunció que "se incumple el principio constitucional de gualdad de derechos". Desde el PSOE de Zamora calificaron el plan de ordenación sanitaria de "tomadura de pelo", adelantaron que "vamos a defender el mantenimiento de los médicos en todos los pueblos de Aliste" y anunciaron que presentarán en la Diputación "una nueva moción de apoyo a los vecinos, alcaldes y concejales de Aliste".

Los sindicatos también se han pronunciado: UGT exigió que a Sanidad la paralización del "excéntrico" plan piloto, pidió "que entiendan que la atención sanitaria es mucho más que simples números" y cuestionó que anunciarla así a través de los medios es "una temeridad, soberbia o muestra de ineptitud". El sindicato de enfermería SATSE solicitó una reunión urgente con Casado porque el plan "modifica las condiciones de trabajo de las enfermeras" en 11 zonas de Castilla y León. COAG aseguró que la centralización "es en realidad un eufemismo para ocultar el desmantelamiento de la sanidad en el medio rural".