Fueron Aliste y sus pueblos cuna y origen de hombres y mujeres convertidos por la necesidad de progresar o por su fe en emigrantes desde que el 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón descubrió América. Los primeros en abandonar su tierra en el siglo XVI fueron un grupo de alistanos, agricultores y pastores, que acompañaron a su señor Martín Enríquez de Almanza -hijo del primer Marqués de Alcañices- nombrado virrey de Nueva España (1568-1580) y de Perú (1581-1583). Casi cinco siglos de idas y venidas a Cuba, Brasil, Filipinas (misioneros), Argentina, Francia y Suiza. Ahora el viaje se hace a la inversa y gentes de horizontes lejanos buscan y encuentran en Aliste su tierra prometida.

Mayra Elisabeth (Mayra) Cañar Abarca, nació el 8 de octubre de 1984 en Villacamba, dentro de la provincia de Loja (Ecuador), siendo la mediana de tres hermanos. Su padre es policía y su madre trabaja como cocinera en un famoso hotel de Villacamba. Después de terminar sus estudios de Bachillerato, la jovencísima Mayra, con solo 17 años, en 2004 se vino a trabajar a España, al restaurante "Los Castaños" de Trabazos, enterada de una vacante de camarera por su tía, que entonces trabajaba en el Centro de Turismo Rural "La Atalaya" de Alcañices. Fue en el año 2009 cuando montó su propio negocio en Alcañices: un bar de tapas, conocido como "La Villa"; cuya especialidad son las raciones de cachuelas a la plancha o el bacalao rebozado entre otras.

Corina Ionela Bucatariu, nacida en 1978 en la lejana Balan, Harghita (Rumanía), llegó a España en el año 2002 para trabajar en distintas ciudades como cocinera en restaurantes y hoteles españoles. A Figueruela de Arriba llegó hace 14 años, primero para trabajar como cocinera en el comedor social de la tercera edad. Hace cuatro años que montó una mercería en Alcañices, donde trabaja actualmente.

Se casó hace 14 años con Pascual Rodríguez, actual operario de servicios múltiples del Ayuntamiento de Figueruela, donde tiene su residencia habitual. Ambos tienen un hijo, Jonathan Rodríguez, de doce años, que actualmente está en el instituto Aliste de Alcañices cursando primero de la ESO. Contentísima de venir a este país: "Sin lugar a dudas lo mejor que he hecho en mi vida", asevera a las puertas del santuario de la Virgen de la Salud de Alcañices.

María Rosaria Martins-Falcâo Sebastiâo nació en Miranda do Douro el 25 de julio de 1978. Fue hace once años cuando vino por primera vez a trabajar a España, primavera de 2008, a la gasolinera Monte Concejo de Muelas del Pan, propiedad de un alistano de Arcillera. Allí estuvo durante dos años, hasta que se trasladó a trabajar como camarera al bar "La Villa" de Alcañices. Allí estuvo durante 5 años y desde 2015 trabaja en el Centro de Turismo Rural "La Atalaya" de Alcañices realizando labores de limpieza en las habitaciones, preparando tapas en la cocina, sirviendo mesas en el comedor o repartiendo churros tras la barra.

Reconoce que le encanta trabajar y a la vista está porque lo mismo los clientes la ven poniendo cafés, que fregando platos o recogiendo mesas. Según ella misma el trato de su jefe, Ángel López "El Churrero", es excepcional y el trato que recibe de los clientes es muy cortés: "Los alistanos son gente muy buena, acogedora y amable".Asevera en España hay más trabajo que en Portugal y encima se gana más.

Natural de Cicouro (Portugal), es madre de dos hijos. El mayor estudia en la Universidad de Bragança y el pequeño en el Instituto de Miranda do Duoro. Cuando ella sale de casa para trabajar lo hace también su hijo pequeño y cuando regresa por la tarde de Alcañices, lo hace también él, por lo cual compagina muy bien su labor de madre con la de esposa y trabajadora: su marido es funcionario de prisiones en Izeda y se tira largas temporadas allí. Está empadronada en Alcañices y le encantaría poder vivir en Aliste, pero reconoce que en Cicouro, donde vive, está su familia y debe estar con ella. En Alcañices ha hecho muy buenos amigos, con los que sale a entrenar por las tardes y que forman parte del equipo "La Raya Trail-Alcañices" , pues fue hace tres años cuando Rosa comenzó acorrer y participar en carreras por España y Portugal. De hecho, muchas veces viene a trabajar corriendo desde Cicouro hasta Alcañices, y por entre el monte, recorriendo los nueve kilómetros que separan ambas localidades rayanas. El verano pasado la Cámara de Miranda do Douro le rindió un merecido homenaje por su labor de corredora, ya que en Tras-Os-Montes no hay mucha tradición de correr.

María Fernanda Aguirre Cáceres, más conocida como Marifé, nacía un 4 de noviembre de 1982 en la ciudad colombiana de Armenia, situada en el oeste del país y una de las más grandes de Colombia con 300.000 habitantes, a unos 280 kilómetros de su capital, Bogotá, "pero se tarda ocho horas en llegar en coche, debido a la orografía tan montañosa de mi país", comenta. Marifé estudió Comunicación Social y Periodismo en la Universidad del Quindío, en Armenia (Colombia), y en 2001 se vino a Madrid (Móstoles), para ampliar sus estudios y así homologar su titulación académica con la europea a la vez que trabajaba para pagarse sus estudios, prometiendo a su abuelo que volvería antes de cinco años: hasta hoy.

En Madrid conoció a una alistana de Alcañices, P.A.A., con la que hizo muy buenas amistades y con ella se vino Zamora, sin saber ni dónde estaba, para cuidar de su amiga y seguir estudiando. A Alcañices llegó en la primavera de 2002, pues con anterioridad sólo lo había hecho en Semana Santa y las fiestas de San Roque. Fue entonces cuando conoció a su actual marido, un alcañizano con el que, en el año 2005 se fueron juntos a Madrid para trabajar, él en la construcción y ella en una correduría de seguros, hasta que en 2010 y por culpa de la crisis él se quedó sin trabajo y decidieron volverse para Alcañices. Marifé siguió cuidando de su amiga hasta su fallecimiento en el año 2017.

De este feliz matrimonio nació en 2013 una niña, que cursa tercero de infantil en el "Virgen de la Salud". La abuela materna la visita cada verano, y es la excusa perfecta para salir de su país. El resto del año y gracias a las nuevas tecnologías, la pequeña a las 15 horas de cada día realiza video llamadas con su abuela y su bisabuela, que a sus 87 años no le ha quedado más remedio que adaptarse a los tiempos modernos, con el fin de unir lazos con su nieta y biznieta.

Marifé, inquieta y muy trabajadora, decidió montar su propia empresa en Alcañices y así el día 4 de octubre de 2017 nacía Burbujas Aliste, dedicada al mantenimiento de vehículos, mediante el lavado interior y exterior, así como su aspiración y limpieza de alfombras, mantas y edredones. Tiene muy claro que quiere quedarse en esta zona y por eso creó su pequeña empresa: "La colaboración de los vecinos es indispensable para que proyectos como éste funcionen y puedas vivir de ello". Anima a los alistanos a ser emprendedores: "La tranquilidad y la convivencia en los pueblos no se paga con dinero".