Las plazas de pueblos de toda entidad de la provincia congregaron ayer a más o menos residentes, al tiempo que las campanas se hicieron oir, atendiendo así a la convocatoria de la Coordinadora de la España Vaciada, que trata de arrancar un mayor compromiso de las instituciones hacia un territorio que declina y se despuebla. Localidades de todas las comarcas expresaron en vivo su vitalidad, y Porto, Fermoselle, Prado, Pasariegos, Santa Colomba de Sanabria y El Maderal, entre otros, mostraron su reafirmación.

En Fermoselle, unas doscientas personas participaron en la concentración para reclamar a los poderes públicos políticas de desarrollo, progreso económico y social. Incluso se contó con la incorporación de los alumnos del Instituto Río Duero, de Zamora, que se encontraban realizando una ruta por la villa y por Arribes. El alcalde del municipio, José Manuel Pilo, calificó la concentración como "un acto de solidaridad con todos los pueblos de España que sufren los mismos problemas en cuanto a abandono por parte de los poderes públicos. No pedimos milagros sino que se cubran la necesidades básicas y elementales, que se den cuenta de que carecemos de servicios, de equipamientos y de infraestructuras. El despliegue de fibra óptica es tan necesario como las vías de comunicación, al igual que la depuración". "Es llamativo, dijo, que la Confederación Hidrográfica del Duero sanciones por los vertidos cuando tiene que solucionar la depuración". "Estos pueblos tienen que tener un trato fiscal diferencial porque tienen los mismos recursos y deben contar con bonificaciones en el IRPF y reducción del IVA" indicó.

El alcalde de Porto, Francisco Corrales, afirma que hay que ser solidarios con la España vaciada y critica la dejadez de la élite política antes un sistema rural que está derrumbando". "No son conscientes de que los corderos se crían en el campo, las verduras y huevos salen del campo y que es imprescindibles para la sociedad". "Estamos a punto de extinguirnos y hay que pelear" remacha.