La Guardia Civil tiene su historia más triste y emotiva en esos hombres y mujeres que a lo largo de 175 años dieron su vida en el desarrollo de su labor o fuera de ella, ayudando a los demás.

Angel Cartón Caramanzana fue el primer guardia civil que derramó su sangre al ser asesinado en la comarca. Fue él un carabinero en Salamanca y al jubilarse se vino la frondosa ribera del Esla donde compró una de las mejores fincas, de regadía, en el "Rico Bayo" y allí vivía con su mujer Magdalena y su hija Honorina. Tiempos difíciles, crisis del 29, la Sociedad Hispano Portuguesa de Transportes Eléctricos Saltos del Duero iniciaba las obras del Salto de Ricobayo: 940 obreros que en momentos álgidos superaron los 2.000; dureza y miseria, buenos y malos al son de navajas y pistolas, robos, adulterios, rencillas y asesinatos.

Vivían en "La Casilla" y allí rubricaron la expropiación de su finca por 38.000 reales que el día 3 de diciembre de 1931 llevaron al derramamiento de la sangre de un guardia civil: Angel Cartón Caramanzana se convertía, muy a su pesar, en el protagonista del cantar de ciegos más popular en la España Negra antes de la Guerra Civil.

La Guardia Civil se enfrentaba a su primer gran reto en el oeste zamorano y las pesquisas no dieron su frutos los dos primeros días. El 6 de diciembre de 1930 una pareja de la Guardia Civil, de apoyo, de Manganeses de la Lampreana, llegada tras el asesinato, entraron en el lugar habitual de reunión de los obreros del salto, la posada "Corcobado". Allí mismo se delató uno de los asesinos "El Fabián" (Fabián Román Blanco, de Alcorcillo) que, portando una escopeta de caza. nervioso y creyéndose descubierto o traicionado por su compinche, se lió a tiros con la Guardia Civil y con los obreros. Arriesgando su propia vida el guardia José Pérez Esteban se arrojó sobre él y le quito el arma. El la Sierra de la Culebra era detenido su cómplice "El Colino" (Marcelino) de Manzanal de los Infantes. Él mismo se traiciono al enviar una carta de amor a Pilar, la novia que se había echado en Ricobayo, para refrendarle su amor y proponerle huir a la Argentina. La Guardia Civil los traslado a la cárcel de la villa y sentenciados.