A los veraneantes amigos de lo ajeno, que asaltan los huertos para cargar el coche a costa del sudor ajeno, este verano se ha sumado la plaga del topillo. Las colonias de este roedor no han dejado huerta sin probar. Las organizaciones agrarias UPA y COAG piden medidas a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente y a la de Agricultura. Dadas las características de las fincas es imposible evaluar los daños ya que es una producción para el autoconsumo, pero sí es viable que la Guardería Medio Ambiental elabore un informe del alcance del problema y que se adopten medidas igual que en las comarcas cerealistas de la provincia.

Desde Robledo hasta Puebla, pasando por Murias, San Martín de Castañeda o Terroso el paso de los topillos se ha notado en las plantaciones de cebollas, patatas, troncos de las berzas, puerros, calabazas, zanahorias, todo el calabacín o la calabaza. Y atacan ya la cosecha de nueces, que se prevé cuantiosa, y la de castañas.

El representante de UPA-Sanabria, Pedro Fernández San Román, reclamó "que se hagan quemas controladas en las zonas periféricas a los pueblos en los meses de invierno para reducir nidos, además de que los ayuntamientos obliguen a realizar la limpieza de fincas en cascos urbanos". Para Pedro Fernández dos factores han incidido para que prolifere el topillo "la sequía prolongada en la comarca y el abandono del campo, especialmente al cesar el arado de tierras que levantaba los nidos y reducía la población".

Otra de las vías de contagio que señalan los pequeños horticultores es la entrada de especímenes en las pacas de paja y hierba trasladada desde las zonas cerealistas, donde el topillo es una plaga. Para el representante de UPA esta no es la vía de contagio "ya que en paca de paja lo que viene, ya viene muerto y el número de ejemplares que entra puede ser uno o dos y no en la magnitud de plaga". Mientras los huertos se resienten por la voracidad, las paredes de piedra de las huertas y fincas sufren las averías por las toperas y nidos, que dejan grandes agujeros, poniendo en peligro la estabilidad de las paredes.

Fernández apunta que incluso "nunca había visto lirón careto y también los hay, este año ha sido una plaga masiva incluso en las zonas donde no hay ninguna introducción de pacas de paja". Hay "tanto topillo y tanto ratón que tiene a los gatos acorralados".

Para el delegado comarcal de COAG, José Manuel Soto Testa, que la Junta "mire la situación en todas las comarcas, aunque el caso de Sanabria no es una agricultura cerealista como en otras comarcas, donde los daños son importantes". La producción a pequeña escala es una agricultura de huerto para el entorno familiar, en una economía rural de las más bajas del país. "Aun así también miren las medidas aunque es muy difícil para una agricultura de autoconsumo. Lo único que nos faltaba es no poder labrar las tierras por la fauna silvestre y ahora ni podemos plantar un huerto por esta fauna pequeña", defendía Soto. Como representante de Coag reclama "que se hagan las informes pertinentes sobre la situación y algún informe de daños en las zonas más cuantiosas, porque la gente del pueblo también tiene derecho a cultivar la huerta y tener controladas las plagas".