Un exempleado del Ayuntamiento de Venialbo ha denunciado ante la Guardia Civil al alcalde de este municipio por vejaciones. "Tranquilo, que no vuelvo a pedir ayudas para tontos", "yo soy el alcalde y vosotros no sois nada", "seguro que lleváis sin hacer nada todo el día" son algunas de las frases que presuntamente pronunció el regidor para "humillar" a este trabajador y a su compañera, según se desprende de la declaración del denunciante ante la Benemérita, a la que ha tenido acceso este diario.

José Luis Fernández, que así se llama este exempleado, acudió a la Guardia Civil de Arcenillas el 20 de septiembre, un día después de su despido fulminante del Ayuntamiento de Venialbo, donde llevaba trabajando cerca de un mes y medio gracias a una ayuda pública para la contratación de minusválidos. El despido se produjo a raíz de una discusión entre el denunciante y el alcalde en la que Martínez llegó a llamar "hijo de puta" al regidor, según se refleja en su carta de despido y reconoce el propio trabajador.

La carta firmada por ambas partes también relata que Fernández insultó durante la discusión al alcalde con palabras como "te voy a matar" y que llegó a "mostrar una actitud muy violenta", lo que habría llevado al munícipe a "refugiarse en el Ayuntamiento para evitar posibles agresiones". El extrabajador, sin embargo, niega las amenazas y en su denuncia acusa al regidor venialbino de mentir. Igualmente, denunció la falsedad del resto de motivos aducidos en su carta de despido, tales como negarse a cumplir las órdenes del alguacil o haber faltado durante cinco días no consecutivos a su puesto de trabajo, y asegura que siempre se trató de "ausencias pactadas por motivos médicos o personales".

Según la versión del exempleado la discusión y sus insultos venían motivados porque "el alcalde estaba gritando y humillando a mi compañera, ella tiene casi un 100% de discapacidad visual y ha tenido problemas de ansiedad y de salud por culpa del trato que nos da el alcalde, pero no se atreve a defenderse. Que se meta conmigo me da igual, pero con una mujer no", afirma en declaraciones a este diario.

El regidor, Jesús Vara, con quien también ha hablado este medio de comunicación, niega tajantemente tales humillaciones y relata que el enfado del empleado despedido se originó "tras pedirle que me acompañara a buscar cemento para la obra en la que estaban trabajando".

Amenazas al regidor

Por su parte, Vara también interpuso una denuncia contra el exempleado del ayuntamiento ante la Guardia Civil de Venialbo cinco días después, el 25 de septiembre, en la que manifiesta que Fernández profirió "insultos y amenazas" tales como "te voy a matar", "eres un hijo de puta" o te arranco la cabeza", afirma que otro trabajador presenció todos estos hechos, y que el día 20 de septiembre el denunciado se presentó en Venialbo "siguiéndole, insultándole y amenazándole nuevamente".

Además, Vara destaca a este periódico que el día de la discusión habló con los agentes de la Benemérita para que mediaran con el trabajador y le transmitieran que "estaba dispuesto a olvidarlo si me pedía perdón y prometía que los insultos y amenazas fueron fruto de un calentón", pero que el empleado "se negó a rectificar, por lo que se procedió a redactar su carta de despido al día siguiente, 19 de septiembre".

El Ayuntamiento de Venialbo destaca por ser uno de los municipios zamoranos de menos de 1.000 habitantes que emplean a más trabajadores, aunque sea de forma temporal, como se ha destacado varias veces en este diario, pues el consistorio suele solicitar todas las ayudas a la contratación que ofertan instituciones como la Junta de Castilla y León, la Diputación de Zamora o el INEM. Jesús Vara, que lleva varios mandatos consecutivos en la Alcaldía, señala que ha llegado a tener "hasta 30 trabajadores contratados a la vez, y después de tantos años este es el primer caso en el que un empleado tiene un problema conmigo o con el Ayuntamiento".

Un caso "único"

El alcalde explica que el empleo es una de sus principales prioridades a la hora de invertir el dinero público, "no solo por las necesidades del ayuntamiento, sino por realizar una labor social, porque cada nómina que se paga es una ayuda a una familia", y afirma que "lejos de humillar a los trabajadores, siempre los defiendo ante los vecinos. A veces la gente tiene la sensación de que la gente que trabaja para los ayuntamientos no hace nada y yo siempre argumento que cada trabajador hace lo que puede dentro de sus capacidades, exigiendo unos mínimos, claro".

Este diario ha tenido acceso a una segunda denuncia interpuesta por el exempleado del Ayuntamiento de Venialbo José Luis Fernández ante la Inspección de Trabajo en la que acusa a la institución municipal de no proporcionar ropa de trabajo ni calzado adecuados, de no proporcionar partes de trabajo para registrar su jornada laboral y de obligarle a conducir un dumper a pesar de no tener carnet, máquina que además carecería de luces de seguridad y perdería aceite, según la misma denuncia. Desde la Alcaldía también niegan estas acusaciones y destacan que "el único empleado autorizado para subirse al dumper es el alguacil", y que "el ayuntamiento dispone de uniformes amarillos suficientes que se han proporcionado a todos los empleados, aunque no se les obliga a utilizarlos".