Alcaldes gallegos del área fronteriza de Ourense con la comarca de Sanabria quieren hacer valer el potencial de la estación del AVE en A Gudiña como una infraestructura estratégica para dinamizar la comarca gallega del interior, un objetivo en el que también tiene puestas sus miras la comarca sanabresa con la estación del AVE en Otero.

El tren de alta velocidad se convierte así en un preciado valor para Puebla de Sanabria dos zonas fronterizas de las comunidades de Castilla y León y Galicia respectivamente que buscan fórmulas de dinamización económica y amortiguar los letales efectos de la despoblación.

Por eso la construcción de las dos estaciones del AVE, en Otero de Sanabria y A Gudiña ha generado importantes expectativas. La vía rápida reclamada desde el norte de Portugal para conectar con el AVE a través de Puebla preocupa en el territorio gallego, más cuando la villa sanabresa lucha también por la conexión de Braganza hacia León a través de Puebla que permitiría atraer viajeros portugueses, y mejorar sus conexiones con el país luso y con la provincia de León.

Sin embargo, como recoge el periódico "La Región" de Ourense, en los concellos gallegos de A Gudiña y Riós "no tiran la toalla y quieren impulsar una ruta que creen que conseguiría dinamizar a una zona deprimida y han presentado formalmente su alternativa a la Xunta de Galicia para que sea la estación de alta velocidad del sur ourensano la que absorba un público potencial de hasta 200.000 personas con una nueva infraestructura desde Macedo dos Cavaleiros, pasando por Vinhais y Moimenta".

Alternativas

Apunta este diario que la alternativa cuenta con el apoyo de pueblos de la raya portuguesa "y están dispuestos a hacer presión para que se materialice".

Ante las perspectivas de desarrollo que se plantean, ni Puebla de Sanabria. Conscientes de las posibilidades que ofrece la cercanía con Portugal, Puebla aspira a convertirse en referente transfronterizo y A Gudiña no está dispuesto a quedarse atrás.

Según los datos de "La Región", la autovía que conectaría el norte de Portugal tendría una longitud de 49 kilómetros a través de la variante de Vinhais y casi 40 por Braganza, y un máximo de 9 kilómetros en tierras ourensanas, hasta llegar a la estación del AVE de A Gudiña, por el trazado más largo. "Por ello, la inversión que deberá hacer el gobierno luso será hasta cuatro veces mayor".

Los alcaldes gallegos están manteniendo contactos con los portugueses en busca de ese impulso económico llegado de la mano de las infraestructuras por carretera y tren.