La afluencia de visitantes al centro del lobo "Félix Rodriguez de La Fuente" de Robledo colmó las expectativas de la jornada de puertas abierta, organizada para presentar a los cuatro cachorros que están a punto de cumplir los cuatro meses Llagu, Mancha, Sanabria y Tera. Y aunque el día estaba lluvioso y propiamente lobero, el director del Centro, Jesús Palacios, señala la gran afluencia que "ha completado todas las sesiones de la mañana". Un total de 142.000 visitantes han visitado el centro, hasta el mes de agosto, desde su apertura, consiguiendo "desestacionalizar el turismo de julio y agosto".

Las tres sesiones de manejo programadas a lo largo de la mañana sumaron cerca de medio millar de visitantes, hasta el punto que los últimos visitantes se quedaron sin turno para ver la interacción de los biólogos y cuidadores Carlos Sanz y Tomás Llanes. Por la tarde las visitas siguieron la misma tónica, el lleno fue total.

A las diez de la mañana los seis primeros visitantes aguardaban la apertura de puertas con gran expectación. Desde Valencia, aunque de raíces sanabresas en Cervantes, esperaba Ruth Rodríguez Ferrero que por quinta vez visitaba el centro temático y en su última semana de vacaciones se ha presentado la oportunidad de ver a los cachorros. Destacó tanto el centro como el equipo "una gente que tiene pasión por lo que hace". Afición y pasión que comparte con Ramón Asensi.

Loli Ruiz Bascón y Jesús Rodríguez Sotillo de Rozas y residentes en Sevilla, se enteraron de la presentación de los cuatro cachorros pro la aplicación del móvil y las noticias del periódico. Ayer era su primera visita con especial interés por ver los cachorros.

Armando Clemente junto con Paula Rodríguez, de Madrid y Asturias, repite en su séptima u octava visita a Robledo incluida una participación en el Congreso Internacional desarrollado en el centro. Reconoció su interés "por la naturaleza y la conservación", siempre que "puedo vengo desde Granucillo deVidriales". El centro no tiene ninguna desventaja para este visitante y todo es positivo especialmente por el equipo humano "gente muy comprometida que hace una visita sorprendente. Para la conservación hay que dar a conocer la figura del lobo".

Los cuatro cachorros permanecerán en el centro y no está previsto su traslado a otros centros y se está probando su integración en una manada y los ejemplares más compatibles, como precisó Palacios. Los cuatro cachorros se encuentran actualmente separados de sus padres, Oscura y Atila, y sociabilizando con tres adultos de la familia que son sus "tíos" Saurón, Clarita y Dakota. Los primeros visitantes accedieron a los miradores de Tenadón y Los Chiviteros, desde los que se pudieron ver a los siete protagonistas de la mañana. Difícil mantener el silencio y no poner cara de asombro ante los príncipes de la fauna ibérica.

Los cuatro cachorros se presentaron ayer en "sociedad" por primera ante los visitantes del centro, a los que no veían pero sí olfateaban y oían. Pasadas las once de la mañana llegaba el momento más esperado. Tras las explicaciones del equipo de manejo, Carlos Sanz y Tomás Llanes bajaban al recinto para atraer a los lobos con comida. Lo cachorros, tres hembras y un macho, pesan entre 13 y 15 kilos. Llagu el macho es el que más contacto ha tenido con los trabajadores del centro, ya que sufrió un corte entre las piedras y su madre al tratar de sacarlo agravó la herida. Llagu fue el primero en acercarse a los cuidadores para satisfacer su apetito "es el que más come". Sus tíos adultos han asumido el papel de "padres" y de acuerdo a la jerarquía de la manada, los pequeños siguen al macho. Las hembras son más reticentes a acercarse, incluso uno de los cachorros se mantuvo a cierta distancia de los cuidadores. A los diez días se produjo el primer contacto de la camada con los cuidadores.

Y en Robledo siguen naciendo más lobos que niños, aunque ayer muchos niños de la comarca fueron a conocer a los compañeros de territorio.