Tuvo que dejar la tierrina y buscarse la vida fuera. Primero fue Madrid, después Dublín. Mahíde cada vez quedaba más lejos y las nuevas tecnologías eran el mejor aliado para esquivar la nostalgia. A Irlanda llegó con unas compañeras de viaje que le acompañan desde hace muchos años: sus baquetas.

Rodrigo Alonso ya soñaba con tener una batería cuando otros niños pedían un balón, una equipación de fútbol o un videojuego y en su primera comunión le regalaron un redoblante con el que se inició en el mundo de la música y el folclore siguiendo los pasos de su padre. Fue al cumplir los 18 años cuando, con su primer sueldo, se compró su primera batería y en la finca de "Las Peñicas" en Mahíde tocaba día y noche. "Estresas a las gallinas con el ruido", le decía su abuelo y las aves lo que hacían era poner más huevos.

En busca de una mejor vida laboral emigró a Madrid y con él su batería y una vez allí intentó buscar unos compañeros con los que tocar y disfrutar de su pasión. Probó en varios grupos y militó en alguno pero la vida le deparaba abandonar España y embarcarse en Dublín cuando ya se estaba adaptando a la capital. Fue llegar y besar el santo y a los pocos días de estar en Irlanda conoció a unos músicos que buscaban batería: nació Element X. "All Or Nothing" es el segundo disco de una formación que en 2015 debutó con "The Prologue" y que en los últimos días ha iniciado la gira de presentación de los nuevos temas que les han consolidado en el panorama irlandés del hard rock.

El zamorano, que ya lleva más de cinco años en el grupo de rock, ha participado en las últimas ediciones del Metal2The Masses, la batalla de bandas de hard rock más importante de Irlanda, en busca de un billete al Bloodstock, el festival más importante de Europa y al que llaman a las puertas desde Mahíde.