Una vivienda ubicada en Monfarracinos, que pertenecía a la Sareb, ha sido incorporado al parque de vivienda pública de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León y será destinada a alquiler social. La casa en cuestión es un chalet que acabó perteneciendo a la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), más conocida como "banco malo", la empresa público-privada creada para transferir activos de los bancos nacionalizados durante la crisis.

El chalet adosado fue construido en 2007 y cuenta con tres plantas -dos de 59 metros cuadrados y una de 46 metros cuadrados-, además de garaje. Está ubicado en las inmediaciones de la residencia de mayores de Monfarracinos, concretamente en la calle San Isidro.

En la actualidad, el chalet carecía de elementos necesarios para ser destinado a alquiler social, por lo que el Servicio de Promoción Pública de Viviendas ha invertido unos 5.000 euros en un contrato menor con una empresa de fontanería para acondicionar la casa. La empresa, ubicada en Zamora, cobrará 5.072 euros (IVA incluido) y deberá llevar a cabo la obra en menos de un mes.

Castilla y León cuenta ya con cerca de 2.000 viviendas destinadas a alquiler social gestionadas a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. En los últimos años este parque de vivienda pública se ha ido ampliando mediante viviendas procedentes de la Sareb asumiendo la Junta de Castilla y León su usufructo, como en el caso del chalet de Monfarracinos. Pero además, el parque de vivienda pública de la Comunidad fue incorporado algunas viviendas de protección oficial que no se llegaban a vender dadas las difíciles condiciones del mercado inmobiliario durante la crisis, y además se firmaron acuerdos de colaboración con ayuntamientos para rehabilitar viviendas de titularidad municipal con el objetivo de destinarlas también a alquiler social.

A través de programas como Rehabitare, en el mundo rural algunos pueblos han recuperado, por ejemplo, las viejas casas que alojaban a los maestros de las escuelas. Escuelas que en algunos casos ya están cerradas por falta de alumnos y que en otros casos permanecen abiertas pero los profesores, desde hace años, no viven en el pueblo. Municipios como Villalpando, Morales del Vino o Carbellino de Sayago, entre otros, cuentan con viviendas destinadas al alquiler social gracias a dicho programa.