Uno de los tres astados que se soltaron en el espante de Pereruela murió tras recibir el pinchazo de la garrocha de un caballista cuando este le efectuaba un corte. La Guardia Civil levantó acta de lo ocurrido tras el suceso para determinar lo ocurrido en el lance.

Los tres astados, que fueron soltados a las 17.00 horas en Pereruela, estaban dando mucho espectáculo a los aficionados que se dieron cita y a los caballistas que estaban pudiendo hacer buenas carreras con los astados. Sin embargo, lo que era una tarde taurina para los aficionados se acabó con la muerte del animal tras sufrir el pinchazo con la pica de un caballista que fue interrogado por la Benemérita tras producirse el suceso.