La comarca alistana ha perdido a uno de los empresarios más emblemáticos e histórico. Emiliano Gabella González, natural de Fradellos de Aliste (municipio de Rabanales) falleció ayer a los 91 años de edad. Casado como Marcelina Gabella Sutil, tiene un hijo, Salvador Gabella Gabella (casado con Toñi Martín Fernández de Flores) y dos nietos, sus dos grandes debilidades, Rubén Gabella Martín (arquitecto técnico) y Miriam (médico) de los cuales se sentía muy orgulloso.

Era una persona muy conocida y querida no sólo en Aliste sino en toda la provincia de Zamora y diversa partes de España donde desarrolló durante décadas su actividad de empresario y camionero.

Los “Gabellas” (Emiliano y Aurelio Gabella González marcaron un antes y un después en el sector del transporte pesado por carretera desde los años sesenta del siglo XX hasta nuestros días. Ambos montaron su propia flota de camiones y ademas contaron con las dos cantinas de Fradellos de Aliste ahora ya cerradas.

Emiliano Gabella González nació en 1928 en Fradellos y junto a su hermano Aurelio se inició en el comercio en los años de la posguerra, unos tiempos donde utilizando caballerías iban a vender sus productos a los pueblos limítrofes como Valer, Flores o Bercianos, desde aceite o lucerina para los candiles a velas para los faroles de pajar o gasolina para los primeros motores TH utilizados para regar las cortinas tras la decadencia de las norias alistanas.

Hasta el último momento de su vida se mantuvo lucido y practicando una de sus aficiones: hacer sopas de letras (hasta un libro a la semana) e incluso contar sus chistes a quienes le visitaban en el hospital con esa su peculiar sonrisa, muy amable y algo pícara, que desbordaba ternura y confianza.

Fue el señor Emiliano Gabella González, además de un emprendedor y trabajador nato, muy buena gente. “Era una persona muy especial que si lo necesitabas te hacia el favor antes de pedírselo y por ello muchos alistanos y alistanas nos sentimos orgullosos de él y de su manera de ser: sus obras y sus recuerdos serán imborrables en nuestras memorias y la historia de Aliste: nunca le olvidaremos”.