El cultivo del pistachero despierta un gran interés entre los agricultores. Volvió a demostrarse en el encuentro que se ha celebrado en Sanzoles con presencia de productores de varias provincias de Castilla y León. Una finca de este municipio de Tierra del Vino ha sido elegida modelo de plantación en la región y en ella se han hecho pruebas de injertado ante la presencia de más de un centenar de cultivadores. Las plantaciones de este tipo de árbol no dejan de crecer y ya suman más de 12.000 hectáreas en toda España. Zamora se presenta como una provincia con gran potencial por las características de sus suelos. Los pistacheros reivindican más apoyo técnico del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl).

La jornada técnica incluyó clases teóricas y prácticas, donde los asistentes se interesaron por diversas cuestiones relacionadas con el cultivo de pistacheros, sobre todo por aspectos muy concretos del injertado de árboles, una tarea clave y de la que depende en parte la rentabilidad de las plantaciones. Responsables de la Asociación de Productores de Pistacho de Castilla y León (Aspropicyl) fueron los encargados de aclarar las dudas de los asistentes al encuentro, llegados de varios municipios de provincias de Castilla y León.

El interés por el cultivo de estos árboles es creciente por las expectativas de rentabilidad que ha despertado. El presidente de Aspropicyl, José María Rey, y uno de los cultivadores más "antiguos" de la provincia, Félix Talegón, con una explotación en Toro que suma cerca de 20 años, están convencidos del potencial de las plantaciones de este árbol, originario de Irán y que "tiene mucho camino por recorrer en España", donde en la actualidad se recogen unas 1.000 toneladas de este fruto seco, que aporta proteína vegetal de una gran calidad, muy apreciado por sus aportes de cobre y magnesio y que sorprende por sus muchas prestaciones culinarias y sus condiciones muy saludables.

Muchas dudas

Los pistacheros, en su encuentro técnico, pusieron en evidencia los servicios de la Junta, "que tenían que estar aquí, a través del Itacyl, dando respuesta a las dudas de los cultivadores de un árbol que tiene mucho futuro en la comunidad y que se ha convertido en alternativa a las producciones convencionales". Creen que el asesoramiento debería ser mayor "porque hay muchas preguntas planteadas y cada día crecen los agricultores que apuestan por esta opción".

Sobre las potencialidades de este cultivo en Castilla y León, Félix Talegón es optimista. De hecho se muestra sorprendido de que "no sean muchos más los que apuesten por este tipo de plantaciones. Quieren que se invierta más en los pueblos para que la gente no se vaya. Quieren potenciar el ámbito rural, pues que lo hagan. Pero que lo hagan de verdad, no solo de palabra".

Algunos de los reunidos dudaron de la potencialidad de las plantas que se compran en algunos establecimientos. "Nunca estás seguro de lo que te venden, todo es nuevo y tienes que ir probando cosas. Nos sentimos solos, huérfanos de técnicos de la Administración que nos aconsejen sobre lo que hay que hacer. Las inversiones son muy grandes y no es el mejor camino andar probando aquí y allá". En todo caso, los que llevan más años con las plantaciones aconsejan "realizar un estudio antes de plantar", acudir a técnicos solventes.

La reunión se centró, de manera especial, en la técnica de injerto, una operación que permite a los "pistachocultores" controlar sus plantaciones y no tener que acudir a la compra de árboles ya injertados. Los mejores terrenos para plantar pistacheros son los que tienen un PH por encima de 7, lo que se denominan suelos básicos, como la explotación de Jose Antonio Hernández, en Sanzoles,un modelo para el sector, con árboles de seis y siete años, que ya llevan varias campañas dando rendimientos importantes.

La visita a la explotación de cinco hectáreas fue "muy productiva", según los "pistachocultores" llegados de varias provincias de la región. Comprobaron que "aquí todo se ha hecho con mimo, con conocimiento y el resultado es evidente, excelente". Miembros de Aspropicyl explicaron, en un tono muy didáctico, la técnica del injerto de yema (escudete) y diversas curiosidades técnicas, que hicieron el recorrido por la finca, "muy ameno, a pesar del sol de justicia del mediodía".

Las plantas de pistacho son machos y hembras. El árbol base -pie o patrón, que así se conoce- del que parte el agricultor es el conocido como cornicabra. El pie se injerta con pistachos machos o hembras (variedad Kerman, generalmente). Las yemas de los primeros son más redondas y las de las segundas tienen una forma puntiaguda.

Lo ideal en una plantación son las variedades de fruto tardío (para evitar el efecto de las heladas) y temprano, con el fin de escalonar la producción. El precio del pistacho en los últimos años ha estado por encima de los ocho euros kilogramo. En la actualidad las mayores plantaciones se encuentran en Irán y EE UU. "España -según los especialistas- tiene un gran margen de producción porque el consumo está muy por encima de lo que se recoge".

El encuentro de Sanzoles se prolongó durante más de cuatro horas. Los "pistachocultores" reforzaron sus expectativas de futuro "siempre que se hagan las cosas bien y se vaya aprendiendo de los errores, este cultivo necesita profesionalización y eso es lo que estamos intentando dentro de Aspropicyl".