Cañizal celebra este fin de semana las fiestas de Nuestra Señora, con la suelta ayer de novillos para un encierro por el campo y las calles de la localidad al que acudieron aficionados de las localidades más cercanas de Zamora, Salamanca y Valladolid.

Los toros bóvidos dieron buen juego y el festejo finalizó sin que hubiera que lamentar incidentes graves. La anécdota de la jornada la protagonizó un joven que cayó en un zarzal bastante frondoso y necesitó la ayuda de algunos vecinos para deshacerse de las ramas que se le engancharon a la ropa. Aunque una vez que salió del arbusto, el chico caminaba perfectamente.

Posteriormente, por las calles, los aficionados aprovecharon la cercanía de los astados para recortarles o dar capotazos con lo que tuvieran a mano, incluso las propias chaquetas cuando el sol comenzó a calentar.