El alistano de Ceadea, Francisco Martín Martín, ha sufrido un ataque de lobos en su rebaño con la pérdida de doce ovejas muertas, de entre 2 y 5 años. Cuando ha llegado esta mañana a la explotación se ha encontrado las "cancillas" que formaban el "chiquero" destrozadas y perros (seis mastines y cuatro de careo) y las ovejas restantes desaparecidas. En total el ganadero tiene 950 ovejas, de las cuales 770 estaban en el "chiquero" y las 180 restantes, todas ellas madres y paridas, estaban en la nave.

A lo largo de la mañana Francisco Martín y su pastor luso han encontrado los animales repartidos en tres "atajos". El más numeroso a tres kilómetros del siniestro, en el término de Fornillos y junto a una laguna. Otro "atajo" de ovejas más pequeño hacia la carretera de Gallegos del Río y el último a lo largo de la N-122. Lo curioso es que los diez perros, seis mastines y tres de carea, también estaban repartidos entre los tres grupos de ovejas.

Hasta el lugar del siniestro se desplazaron dos agentes medioambientales de la Oficina Comarcal de Alcañices para levantar acta y realizar el peritaje, aunque de momento el expediente continua abierto, ya que se espera que aparezcan más animales muertos, o que puedan morir alguna de las cinco ovejas heridas encontradas en las inmediaciones del"chiquero".

Los mismos agentes determinaban, por las huellas encontradas, que entre tres y cuatro lobos han sido los que han matado los doce animales. Prácticamente los doce animales muertos estaban mordidos en las "gorjas" o "agajados" como dicen en Aliste, aunque también muchos de ellos murieron por asfixia, aplastados por sus mismos congéneres.

El paraje donde se produjo el siniestro se llama "Llama Grande", un amplio paraje dedicado al cultivo de cereal. El mismo ganadero reconocía a los propios Agentes que gracias a los buenos mastines que tiene la masacre no fue mayor y que seguro que lucharon bravamente contra los lobos.