El Ayuntamiento de Fuentesaúco dará "en un mes" una solución definitiva al problema creado con el céntrico edificio situado en la calle Derecha de Salamanca esquina con calle Obispo, al lado de la Plaza Mayor, afectado desde hace dos años por deficiencias en la estructura y declarado técnicamente en ruina. El deterioro de la edificación obligó hace dos años al cierre del bar Saúco, situado en la planta baja, y ha desencadenado un largo proceso administrativo con tres propietarios enfrentados por la responsabilidad del estado del inmueble.

Por un lado el dueño de la vivienda situada en la primera planta sostiene que la ruina afecta a la totalidad del edificio y sería procedente su demolición. Sin embargo la propietaria del local donde operaba el bar ha solicitado la anulación de todo el expediente de ruina, iniciado a instancias del Ayuntamiento, esgrimiendo que el causante del mal estado de la edificación es el propietario de la vivienda superior, abandonada desde hace años sin realizar ningún mantenimiento. Alega que la "negligencia y su comportamiento irresponsable" le han provocado un "serio perjuicio" al no poder dar uso al local comercial. Esta propietaria defiende el buen estado de su local, por lo que no puede ser declarado en ruina, "debiendo ser el resto del inmueble el que se ordene su reconstrucción".

La tercera afectada defiende las buenas condiciones de su edificio, colindante, responsabilizando al propietario de la vivienda de la calle Derecha de "dejadez" y "falta del deber de conservación". Esta vecina denuncia los perjuicios que está ocasionando el mal estado de la estructura en su casa. Grietas, hundimientos y alarmantes vibraciones por el paso de vehículos por la calle, cuando estaba autorizado, han traído de cabeza a la propietaria en cuestión.

La solución que contempla el Ayuntamiento de Fuentesaúco pasa por el derribo total o parcial del bloque, en función de lo que determine el último cartucho que piensa quemar el actual equipo de gobierno. Y no es otro que la supervisión del inmueble comercial, retirando elementos ornamentales para comprobar, mediante catas, el estado físico del mismo y determinar si es necesario tirar todo el edificio o por el contrario se puede conservar el local, como defiende su propietaria.

"Hay tres opciones. Que la propietaria del local no quiera acceder a la última valoración que pedimos o que lo autorice y se determine que está en mal estado; en ambos casos habría que demoler todo. Pero si los resultados de la nueva inspección concluyen que la planta baja está bien, se llevaría a cabo solo la demolición parcial" explica el alcalde de Fuentesaúco, Eduardo Folgado. Este último trámite será concluyente para resolver definitivamente un problema heredado por el nuevo equipo de gobierno socialista y que no pretende prologar por más tiempo. El propio alcalde defiende la celeridad con la que se ha actuado, encargado un nuevo informe a los dos días de tomar posesión en el Ayuntamiento y ampliando el vallado de la fachada principal a una distancia de 4,5 metros hasta cerrar la calle al tráfico para evitar vibraciones. La situación de riesgo de los elementos constructivos mantiene cortado uno de los accesos a la Plaza Mayor y un paso muy transitado de peatones y también de celebraciones religiosas.