Hallan una "herradura de vaca" de más de 2.000 años de antigüedad en la segunda campaña de excavaciones arqueológicas del castro del "Cerro de la Encarnación" de Mellanes de Aliste, que se iniciaron el día 3 y finalizarán el día 30 de agosto. Se trata de la herradura conocida como "callos", que en Aliste se ha utilizado prácticamente hasta nuestros días. La herradura va dividida en dos partes (callos) y lleva los agujeros en la parte exterior donde los "clavos de cuadra" (cuadrados) la sujetaban a la pezuña de la vaca. Entre los otros objetos hallados hay muchas cerámicas, tégulas (tejas) y ladrillos de arcilla, un hacha de hierro.

Mellanes de Aliste, perteneciente al municipio de Rabanales, vivió ayer lunes una jornada de puertas abiertas al "Castro de la Encarnación", un antiguo recinto fortificado situado en un cerro junto al río Mena. Se trata de una extensión de alrededor de 3,6 hectáreas de superficie en un recinto de forma casi circular cuya gran muralla integraría hasta cuatro puntos de acceso. Dentro de dicho recinto castreño se encuentran los restos de la antigua emita de la "Virgen de la Encarnación" y el cementerio.

La segunda campaña en el Cerro de la Encarnación 2019 cuenta con alumnos provenientes de las universidades de Granada, Irlanda del norte, Nueva York (Estados Unidos), Croacia y Complutense (Madrid)

El arqueólogo Óscar Rodríguez Moterrubio fue el encargado de explicar el "Sondeo Uno" , excavado el pasado año, donde se mostró el muro de la muralla que rodea el castro. Se trata de un muro escalonado y formado por tres paredes verticales a diferentes alturas y con un pasillo interior enlosado.

El experto Francisco Javier González de la Fuente, por su parte, explicó el "Sondeo Dos" donde se encontró una cabaña circular de 2,5 metros de diámetro y aparecieron molinos de mano y la hoguera donde hacían fuego para calentar sus alimentos los pobladores del castro.

Finalmente se visitó el "Sondeo Tres" objeto de las excavaciones de este año; muro de separación entre la zona habitable y la zona de cultivos y del ganado, cuyo objetivo era evitar que los animales entraran en sus habitáculos. Estos domicilios eran pequeños y en ellos han encontrado muchos restos de cerámica, de grandes vasijas para almacenar alimentos. Van extrayendo capas desde nuestros días hasta al segunda Edad de Hierro. Lo que más se han encontrado en las tres excavaciones han sido restos de cerámica y de herramientas de hierro.

Las primeras excavaciones permitieron descifrar que el "Castro de la Encarnación", de Mellanes, habría estado habitado ya en la parte final de la Edad del Hierro, en los momentos previos a la llegada a la Península Ibérica del Imperio Romano. Los datos ofrecidos en la jornada de ayer hablan de un período que iría del siglo I antes de Cristo al II después de Cristo.

El proyecto arqueológico "Castrum Zoelarum: en busca de los orígenes" está promovido por la asociación científico cultural "Zamora Protohistórica" con el apoyo del Ayuntamiento de Rabanales, presidido por el alcalde Santiago Moral, y Fundación Fomento Hispania. Las excavaciones se afrontan en tres anualidades: coincidiendo con los veranos de los 2018, 2019 y 2020.

En la primera campaña (2018) participaron en las excavaciones arqueológicas, realizadas del 6 al 31 de agosto, 15 voluntarios de 9 países, entre otros de España, Colombia, Brasil, Francia, Portugal, Taiwan, Nigeria, México e Inglaterra y 11 universidades como Tolouse (Francia), Oporto (Portugal) o Complutense de Madrid, la Autónoma de Barcelona y las de Granada, Extremadura, Sevilla y Jaén.