El Ayuntamiento de Alcañices (Santa Ana, Vivinera y Alcorcillo) ha dado un merecido descanso al que ha sido durante los últimos 35 años el auténtico "Macgyver" de "La Raya" de España y Portugal: Jaimito. El hombre y operario de los mil y un servicios múltiples se jubiló el pasado martes. Formó parte durante décadas de los tres jinetes municipales, junto a Antonio García Fonseca (alguacil) y Luciano Rego Rivas. Su labor ahí está.

Jaime Calvo Argüello, hijo de Fernando Calvo Mata ("El Molinero") y de María Arguello Cañivano, nació en Alcañices el día 19 de agosto de 1954 y ha trabajado para el Ayuntamiento durante más de 35 años consecutivos. Esta dedicación le convierte en toda una institución, en una persona y empleado querido y respetado, en la villa y en los otros tres pueblos del municipio. Cada uno tiene lo que se merece y "Jaimito" se ha ganado a pulso la admiración de sus paisanos. Su incorporación se produjo allá por 1984, con apenas treinta años de edad, anteriormente había trabajado en la gasolinera de la villa, siendo aun un adolescente, y en el matadero "Alfonso", de San Vitero

A lo largo de más de 13.000 días, los alcañizanos han conocido las múltiples facetas de Jaime Calvo Argüello. Vivió la época del trabajo manual con la hoz y la guadaña, la del pico y la pala, lo mismo manejaba una llave inglesa que un alicate, barría una calle o colocaba las cancillas para los toros y las vaquillas de San Roque y San Mateo y, como no, cada 14 de agosto, allí estaba en la Plaza Mayor. La alguacila Cristina Aguiar Fuentes (ahora) Antonio García Fonseca (antaño) daban el pregón tradicional y él, mecha en mano, encendía el cohete daba el chupinazo de inicio de las fiestas patronales.

Jaimitio, así es como se le conoce cariñosamente, comenzó trabajando para el Ayuntamiento de Alcañices como conserje del Colegio Comarcal "Virgen de la Salud" . Allí vivió muchos años, pues el centro del "Alto la Atalaya" contaba con casa. Tenía que levantarse a las 5 de la madrugada para encender la caldera, que entonces funcionaba con leña y con carbón, para que las aulas estuvieran calientes a la llegada de los más de 300 niños de alrededor de 50 pueblos. Además tenía que estar pendiente de que no se fuera la luz, porque la bomba dejaba de funcionar y la caldera se ponía al rojo vivo y podía llegar incluso a explotar.

Alcañices fue de los primeros pueblos de la comarca en tener piscina municipal y fue nombrado por el Gobierno Civil su primer socorrista. Junto con Luciano Rego Rivas, ya también jubilado, fueron los dos primeros "bomberos" alistanos. La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León entregó al Ayuntamiento de Alcañices un Pick-up dotado de deposito con agua, bomba de presión y útiles adecuados para hacer frente a los incendios, no solo en los cascos urbanos, sino también en los terrenos forestales. Durante varios años estuvo en vigor el convenio entre la Junta de Castilla y León y Ayuntamiento de Alcañices, al ser el único municipio con autobomba.

Jaime Calvo Argüello y Lucianos Rego Rivas formaron un inseparable equipo durante 25 años. Uno de los momentos que recuerdan con más emoción fue cuando, el 21 de mayo de 2004, un día antes de la boda de Leticia y Felipe, acudieron a socorrer a las víctimas del accidente ferroviario por el choque de dos trenes en Linarejos.

Tanto Jaimito como Luciano destacan que hace más de veinte años apenas disponían de material para realizar bien su trabajo. Se desplazaban con sus vehículos particulares, recogían la basura a mano con un motocultor y un pequeño remolque, y la limpieza de caminos y extrarradios los hacían con hoces y guadañas.

Lo peor de todo eran y son "los problemas con el agua de abastecimiento y nos es porque hubiera poca. Alcañices tiene acuíferos inagotables",. Las averías por rotura de tuberías en verano son constantes y las quejas vecinales son muchas. Antes de trabajar junto a Luciano, Jaimito era el único operario de servicios múltiples del Ayuntamiento y, como mucho, le contrataban a dos o tres personas en la semana de las fiestas para ayudarle, el resto del año se las tenía que apañar solo. Jaime Calvo Argüello trabajó con cinco alcaldes: Antonio Martín, Ángel Cerezal Sanabria, Tomás Carrión Carrión y Jesús María Lorenzo Más.