El vecindario de Tudera no puede permanecer más en silencio y se suma a los habitantes de Badilla y Argañín para reclamar la urgente mejora de carreteras que conectan pueblos enclavados, para mayor incredulidad, en el Parque Natural de Arribes y Reserva de la Biosfera. En este caso denuncian el pésimo estado que presenta el trazado de la carretera ZA-P-2226, por el que se ven obligados a transitar los residentes, así como todos aquellos industriales o personas que prestan servicios a la población.

Vecinos de Tudera critican el impresentable estado de la ZA-P-2226, que une el pueblo con la vía ZA-304, utilizada para desplazarse especialmente a Fariza, Ayuntamiento al que pertenecen y donde deben tramitar todos los asuntos concernientes a cuestiones municipales. Es un trazado que, según afirman, lleva diez años sin tocarse y presenta todos los desperfectos habidos y por haber, con un asfaltado carcomido o desaparecido en diversos tramos, dejado en un firme de arena o tierra, con profundos socavones, con falta de indicación en la separación de los carriles y, por su fuera poco, invadido por la maleza salvaje en muchos puntos de la vía. Son tales los desperfectos y la falta de mantenimiento que se ha convertido en una carretera de riesgo para los usuarios y de destrozo para los vehículos. "Estos pequeños pueblos están vacíos porque todo está por hacer" expresa una residente, que afirma que son afectados por el mal estado "todos los vehículos y camiones" que utilizan esta ruta.

Como ha sucedido en la carretera que une Badilla y Argañín, que presenta un estado similar o más lamentable todavía, la Unión Internacional en Defensa de los Motociclistas ha denunciado "el estado lamentable en el que se encuentra la carretera zamorana ZA-2226 a Tudera que supone, por las numerosas deficiencias que padece, un serio peligro para los motoristas".

En el mismo municipio, el trayecto que une Badilla con Argañín sufre el mismo abandono por parte de la Administración e idénticos desgarros. Esta situación hace que los usuarios prefieran seguir con la carretera que enlaza con la internacional (Ricobayo-Miranda do Douro), con señalización amarilla por estar en obras, corriendo con sus propia responsabilidad en caso de siniestro.