El buen ambiente, las bodegas y unos buenos toros hicieron disfrutar a aficionados taurinos y a los vecinos de Venialbo del tradicional encierro mixto que se celebró en la pradera. A las 10:30 horas la comisión de festejos de Venialbo tiraba el cohete que indicaba la suelta de los cuatro toros y la manada de cabestros, que harían disfrutar a caballistas, jóvenes y a los aficionados que se acercaron a la localidad para ver uno de los mejores encierros camperos de la comarca.

Y así fue, este año no defraudaron, ya que ha sido uno de los mejores encierros que se recuerdan en los últimos años, ya que los cuatro toros desprendieron un bonito juego además de dejar algún que otro susto para jinetes y jóvenes que disfrutaban del encierro a pie en la pradera. Hubo que lamentar una cogida a un caballo, y un revolcón a un joven, al que volteó, pero ambas sin consecuencias graves. Asimismo, los servicios sanitarios tuvieron que intervenir en varias ocasiones debido a que altas temperaturas hicieron mella en varias personas.

Salvo estos pequeños incidentes, los astados dejaron vistosas arrancadas a los caballistas durante todo el encierro, pese al calor que marcó la mañana. Y además, varios jóvenes en la zona donde estan colocadas las merinas, estuvieron cortando a todos los astados. Tras finalizar el encierro, sobre las 12:30 de la mediodía, soltaron un quinto toro a las calles de la localidad hasta la Plaza del Caño, y cuando finalizó todo el espectáculo taurino, las peñas de Venialbo, como es tradición, invitaron a todos aquellos aficionados que se acercaron hasta la localidad a tomar el almuerzo en las bodegas.

Por otra parte, debido a los incidentes que se produjeron en el encierro nocturno y en la suelta de los toros de cajón por la tarde, los vecinos y aficionados se quejaban de que el Ayuntamiento había cambiado el tradicional recorrido para dejar a los toros en la Plaza Mayor, y no se podía ver de igual manera el festejo. El problema, según los afectados, es que en la plaza no se puede acoger a multitud de personas para disfrutar del encierro, por tanto mucha gente se quedaban sin verlos. En cambio, desde el Ayuntamiento, el alcalde Jesús Vara afirma que esta medida se tomó para conseguir que los encierros urbanos mejoren, como un experimento, pero asume que no ha funcionado por lo que no se repetirá. Además, asegura que en ningún momento se privó a los aficionados de ver el encierro, "estuvieron cinco minutos tan sólo en la plaza y en cuanto vimos que no disfrutaban todos los aficionados, se abrieron las talanqueras para que el toro realizara el recorrido habitual".