Cerezal de Aliste puso ayer el broche de oro a sus fiestas patronales en honor a San Justo y Pastor con una jornada marcada por la gastronomía casera, donde los cerezalinos y cerezalinas mostraron su arte con la elaboración y degustación de tortillas y postres. Este 2019 no es un año cualquiera, pues se cumplen 250 años desde que las actuales imágenes de los hermanos y niños mártires procesionan honrados en Cerezal.

Las imágenes veneradas tienen dos siglos y medio de vida. Así lo delatan los manuscritos recuperados por el vecino e historiador Fernando Carbajo Antón, donde se recogen los donativos que hicieron en 1764 dos de sus vecinos para comprarlas: Pedro Vara donó 80 reales y Santiago Codesal 198. Había poco dinero y la recogida de donativos duró alrededor de cinco años. Las tallas fueron adquiridas en 1769 con un coste de 370 reales, siendo cura del pueblo Antonio Alonso Cifuentes que llegó a Cerezal en septiembre de 1746 y allí permaneció activo durante treinta y seis años: hasta su fallecimiento en el mes de diciembre de 1782.

San Justo y Pastor tuvieron su primera morada alistana en la primitiva iglesia (se enterraba dentro de ella) junto al "Cerro de los Carrilones" en las afueras del pueblo, concretamente donde ahora se ubica el camposanto. Las andas se compraron en 1882 y, sin pintar, costaron 100 reales. Ello supone presumiblemente que durante 113 años Justo y Pastor habrían sido portado "Al Cuello" como se hacia con los niños pequeños y santos niños. Al tratarse de imágenes relativamente pequeñas podían llevarse aunque no si dificultad en brazos, como si de niños se tratase.

Esta peculiar costumbre para procesionar imágenes de niños o pequeñas solamente se mantiene aún en toda la Diócesis de Zamora con San Cosme y San Damián, en la parroquia de San Mamés de Bercianos de Aliste. Sobre San Justo y Pastor se trata de dos tallas en madera de pino policromadas, de unos 70 centímetros de altura, de estilo popular y autor desconocido. A lo largo de sus 250 años de vida han vivido y sufrido multitud de retoques, algunos de ellos muy desafortunados realizado por el cura de turno sin preparación en restauradora.

La última restauración, ésta afortunada, se hizo gracias a los donativos de particulares, se realizó en 1985 y permitió recuperar su estado original con colores vistosos propios de niños de 7 y 9 años de su época pues las imágenes estaban prácticamente negras por suciedad y pinturas.

San Justo y Pastor han repartido su estancia en Cerezal en dos iglesias pues la primera acabo en la ruina. El día 20 de abril de 1826 un arquitecto de 70 años de edad (muy anciano para aquella época) rubrico los planos del nuevo templo (actual) y cobro por ello 180 reales. El día 26 de marzo de 1827 se celebró la subasta sobre un precio base (previsiones según planos y condiciones) de edificación de 36.200 reales de vellón. Comenzó la puja en 1.000 reales y se adjudicó en 29.000 al maestro de obras de Zamora Ángel Vadillo. Las obras estaban concluidas el 8 de julio de 1828. Se le pagó en monedas de oro y plata y al final el coste fue de 30.995 reales y 17 maravedíes.