Ayuntamiento de Fermoselle ha acometido la tarea de dotar a la villa de una amplia zona de aparcamiento, largamente reclamada, y de eliminar el centro del Casco Histórico de la saturación de vehículos con el consiguiente enredo de tráfico y riesgo para las personas.

Dos cuestiones que han sido un inquietud constante en una localidad con un callejero complejo para la circulación vial y que tiene al turismo como una de las fuentes socioeconómicas de primer orden.

El Equipo de Gobierno presidido por el alcalde José Manuel Pilo, de la Asociación Independiente Fermoselle Atrévete, ha llegado a un acuerdo con la Cooperativa Virgen de la Bandera para destinar una extensa superficie de la entidad vinícola para el uso de aparcamiento a cambio de condonar el gasto del consumo de agua.

De este modo, el municipio de Fermoselle dispondrá de un considerable terreno para acoger cientos de vehículos que hasta ahora debían buscar sitio en puntos muy limitados, o en lugar hasta inverosímiles del pueblo y, a veces, obstruccionistas e inadecuados del callejero.

"Es un acuerdo beneficioso para la Cooperativa y para el pueblo en general, porque había muchos problemas para aparcar y era preciso hallar una solución a los cientos de vehículos que entran en Fermoselle" expresa el responsable municipal del área de Urbanismo, Roberto Carlos Ramos Miranda.

El entorno de las instalaciones de la Cooperativa Virgen de la Bandera, que viene a suponer "una hectárea" de terreno, facilitará el aparcamiento de turismo y también de caravanas. Es otra de las persistentes reclamaciones al no existir -aunque se barajó un lugar próximo al escenario del Monumento al Emigrante- una ubicación apropiada para este tipo de vehículos.

Asimismo, el Ayuntamiento ha modificado el uso vial de algunas calles céntricas "para descongestionar" el casco histórico de la villa del intenso tráfico de vehículos que registra en estas fechas debido al incremento sobresaliente de población. La explosión demográfica es derivada de la llegada de naturales, hijos del pueblo y emigrados que quieren disfrutar de las fiestas de San Agustín en familia y en su pueblo, y también por la presencia de un elevado número de turistas que eligen Fermoselle y el Parque Natural Arribes del Duero. Buena parte llegan con sus coches hasta la villa, adentrándose por el sinuoso callejero dando lugar a verdaderos embotellamientos en la confluencia de los ámbitos de la Plaza Mayor con consiguiente riesgo para las personas que de forma incesante transitan este epicentro urbanístico.

Roberto Carlos, resalta la necesidad de descongestionar de tráfico la zona de la Plaza Mayor, donde van parar las vías procedentes de la Plaza Vieja, del Arco y del Portal del Villar. "Llegan coches de todos los lados y se preparan unos líos impresionantes" manifiesta.

El Equipo de Gobierno ha optado por colocar señales que prohíben el paso a los vehículos, salvo a los residentes y para las operaciones de carga y descarga. Los coches que eligen el Arco para llegar a la Plaza Mayor son desviados por Los Muladares para dirigirlos hacia la zona del paseo donde pueden encontrar, si la concurrencia no es excesiva, un lugar donde dejar el turismo.

Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento fermosellano no ha podido instalar todas las señales en las calles limitadas al tráfico porque no se ha facilitado las correspondientes señales debido a la gran demanda de las mismas que existe en estas fechas veraniegas, con un interés inusitado por renovar, reponer y dotar de estos elementos a las carreteras provinciales y locales.

El anterior Equipo de Gobierno, presido por el popular Alejandro Fermoselle, trató de mejorar el aparcamiento con la dotación de algunas plazas en la zona de la plaza de toros, pero la gran insuficiencia obliga a los conductores a buscar espacio en las márgenes de la travesía de la carretera, en la zona de la piscina en el caso de los autobuses y en diversas calles dificultando sobremanera el paso circulatorio.

El Ayuntamiento de Fermoselle considera que el escenario de la Cooperativa Virgen de la Bandera es un punto ideal para adecuar un aparcamiento por su proximidad al casco historico y por su capacidad para admitir un importante número de vehículos.