El Museo Etnográfico de Codesal, creado en 1999, ha incorporado a su colección permanente dos trajes tradicionales de boda y labranza que se podrán contemplar temporalmente a lo largo de esta semana con motivo de su 34 semana Cultural organizada por la asociación cultural Raíces. El pasado miércoles se inauguró la muestra con las dos piezas "Las damas del museo" y una pequeña selección de fotografías antiguas familiares y de hechos relevantes como los operarios que trabajaron en la construcción de la carretera en 1933.

La incorporación de los trajes es una manera de homenajear a la mujer, a través de su atuendo, especialmente del traje de boda que tradicionalmente era negro y la ropa de trabajo. Isabel Garrido, miembro de la comisión de Raíces para el área del museo, evoca que el museo se creó para dar a conocer a los hijos y nietos aquellos utensilios relacionados con la vida doméstica y los trabajos del campo desconocidos para las nuevas generaciones.

La exposición de los trajes femeninos, cedidos por Maribel Lorenzo, es una manera de recalcar el papel de la mujer "tienen derecho a ser reconocidas" por su contribución al hogar y a la economía familiar en la que además de las labores de casa, colaboraban en la labranza y las faenas del campo. En comarcas como esta "no había un matriarcado, era básicamente un patriarcado donde la mujer tenía en la casa su pequeño matriarcado, donde se ocupa de disponer de los alimentos y el dar las mejores condiciones para la familia".

No era una época de lujos, como se traslada a la ropa donde las familias algo más pudientes usaban en su traje de nupcias crespón, agramanes y lentejuelas, gasas, blondas en los velos y mantillas de cabeza. En este caso son vestidos de los años 40 y 50, y el vestido de labor destaca por su sencillez y el uso de sarga o algodón en las telas.

Junto con Isabel Garrido, estos días se encarga del museo Gaspar Acedo que explicó algunas de las piezas y especialmente la construcción de fuelles, ya que en Codesal pudo hacer hasta cuarenta constructores de fuelles. De esta comisión del museo forma parte Manuel Gil que se encarga de elaborar los carteles identificativos de cada pieza con una breve explicación de cómo se usaba o cual era su función.

La Semana Cultural codesalina es todo un mundo de actividades variadas, como la cata de vino en la que participaron 71 personas, en la que se paladearon vinos seis bodegas de la Sierra de la Culebra y concretamente de la comarca de Aliste. Unos vinos que para los enólogos y directores de la cata "sorprenden al público". El primer consejo de los especialistas a los participantes que no tienen conocimientos profundos es paladear un vino "y saber si te gusta o no". Entre los caldos se probaron cosechas de Bodega Aliste, Bodega Ramayal, Castro Mendi, Cepas de la Culebra y Caminos de Aliste La Mela.