Titánica y descomunal. Así son las calabazas que ha recogido en su huerto de Fermoselle el zamorano Manuel Ramos, sorprendido al comprobar que cuatro de los ejemplares sembrados llegan a pesar hasta 170 kilogramos. El resto tampoco deja nada que desear ya que la más pequeña alcanza los 100 kilos, unas 50 veces más que una normal.

Se trata de la primera vez que Ramos siembra calabazas y el resultado ha sido espectacular. Este alimento, sano y sabroso, se puede integrar en infinidad de recetas, tanto dulces como saladas. El avituallamiento de este producto está asegurado para esta familia fermosellana.