La Asociación de la Tercera Edad de la villa de Tábara congregó a alrededor de 200 abuelos y abuelas para celebrar en convivencia y hermandad la tradicional fiesta anual en honor a San Joaquín y Santa Ana. Los participantes disfrutaron en un ambiente entrañable de una degustación gastronómica a base de empanadas, tortilla de patata, chorizo, lomo y queso regados con refrescos.

La Asociación de la Tercera Edad de la villa de Tábara inicia este año 2019 una nueva etapa con una nueva Junta Directiva que presidirá el veterano Miguel Lozano Galán, siendo el vicepresidente José Luis Román Gaona, el secretario Enrique López Fernández y la tesorera María Blanco Ampudia. Como vocales ejercerán Luisa Fresno Gutiérrez y Francisco Fresno Gutiérrez.

Como acto principal del encuentro estuvo el homenaje a la señora Carmina Del Río Alonso, que estuvo acompañada en todo momento por su hijo Ricardo Jorge Del Río. La placa conmemorativa le fue entregada por el presidente de los jubilados Miguel Lozano Galán y asimismo recibió un ramo de flores (más concretamente orquídeas) de manos del nuevo alcalde de Tábara Antonio Juarez, en nombre del Ayuntamiento y de todos los tabareses.

Culminada la convidada gastronómica (muy animada) y el homenaje (muy sentido y emotivo) los tabareses, y las tabaresas de la tercera edad salieron a la cercana "Plaza del Sol" donde disfrutaron de una velada nocturna de baile con la mejor música de una discoteca móvil.

Abuelos y abuelas de la villa de Tábara coinciden en señalar que "nos ha tocado vivir una vida muy dura, muy en particular la infancia y la juventud, tras la Guerra Civil. Hemos trabajado mucho para sacar las familias adelante y ahora ha llegado el momento de descansar y de disfrutar.

La villa tabaresa se mantiene históricamente como el segundo núcleo (solamente superado por Alcañices) con más población de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba. Actualmente suma 762 empadronados de los cuales 393 son varones y 762 son mujeres.

Alrededor de la mitad de la población tabaresa son ya jubilados y de ellos 294 superan los 65 años a los que hay que sumar con menos edad.

El grupo mayoritario es el de los octogenarios y nonagenarios que superan ya la barrera de los 85 años con 72 personas (37 mujeres y 35 hombres). Por quinquenios hay 63 tabareses y tabaresas de 65 a 70, mientras que 59 son los que van de los 70 a 75 años. Cuarenta y dos personas tienen entre 75 y 80 y cincuenta y ocho van de los 80 a los 85.

Al ser Tábara un pueblo grande (donde hay familias jóvenes) aún mantiene unos índices de natalidad más altos que en las localidades del entorno y una importante población infantil con un total de 61 menores de 15 años, de los cuales 36 son niñas y 25 son niños. De ellos 18 tienen menos de cinco años. De 15 a 20 años hay inscritos en el padrón municipal 27 jóvenes y de 20 a 25 suman 32 (15 mujeres y 17 varones).

Tábara vivió uno de los mayores incrementos de población en la primera década del siglo XX cuando paso de los 1.018 habitantes de 1900 a los 1.468 de 1910. El padrón municipal batía el record de inscritos en el año 1950 al alcanzar la barrera de los 1.699 residentes oficiales. La tragedia del éxodo rural con la emigración masiva hacia las grandes ciudades como en todos los pueblos causo estragos en Tábara en la década de los sesenta con la perdida de 387 vecinos.

El decrecimiento vegetativo es alarmante: en 1996 fallecieron 17 personas y nacieron 10 (-10). siendo el peor año 2010 con 26 fallecidos y 6 nacidos (-20). El último año registró una diferencia de -17. En los últimos 25 años solamente en 2011 no hubo ni un solo nacimiento.