El matrimonio compró una vivienda en Bermillo de Sayago a una entidad bancaria con toda la ilusión del mundo y llevan desde marzo sufriendo porque tienen cortada el agua, cuyo enganche abonaron, y no pueden habitarla. "Nos están torturando sin agua y, sin comerlo ni beberlo, con la amenaza de una sanción por un presunto delito que no hemos cometido" expresan.

C.V, vallisoletana y esposa de J. J.E. natural de Bermillo de Sayago, adquirieron la propiedad que les vendieron, según les dijeron, "sin cargas", pero resulta que tienen el contador del agua precintado. Llevan desde entonces luchando por resolver el problema en una y otra instancia y se consideran en una situación de "impotencia e indefensión". Sobre los posibles delitos ponen de relieve que el contador está situado en una zona accesible y manejable por las personas y desconocen qué pudo ocurrir.

Ayer, según afirman, han conseguido, después de llamadas y de andar por uno y otro lugar intentando resolver trámites, que la Mancomunidad de Sayagua les proporcione el servicio si previamente instalan un nuevo contador, cuyos costes ascienden a 175 euros. No es un servicio barato, apuntan, puesto que el enganche costó 53 euros, e insisten en la sorpresa de no poder entrar a habitar la vivienda por falta de un servicio que consideran básico. El matrimonio destaca la importancia de contar con agua en la vivienda porque, además, tienen consigo personas de avanzada edad y el agua "es un bien de primera necesidad".

También hacen referencia a que tienen un hijo al que le gusta la zona y que podría instalarse en la localidad donde podría ejercer de mecánico, que es su especialidad. De hecho, han mirado la posibilidad de adquirir una nueva vivienda en el lugar para que el hijo pueda vivir. Estas circunstancias "quitan las ganas" de asentarse en un medio rural que ahora está en boca de todo el mundo porque es un problema el de la despoblación.

Se reafirman en su deseo de pagar lo que sea necesario en tasas y servicios correspondientes, pero no admiten que se les haga responsables de delitos que pudieran venir de tiempos anteriores.